Dos funciones en forma de concierto un tanto extraña, ya que ha habido buenas luces y una especie de ‘decorado’ en forma de velos que iban cambiando de colores.Los personajes, vestidos con atuendo de estricto concierto, entraban y salían, e interactuaban de modo sobresaliente
Falstaff es una pieza de elenco y le permite a la venerable Ópera Estatal de Viena mostrar lo bien que funciona éste internamente.La felicidad de los solistas durante la actuación se reflejaba de forma permanente en sus rostros.
Dejamos a cargo del lector la tarea de disfrutar la música de Giacomo Puccini mientras nos dedicamos a repasar dos aspectos menos conocidos de su vida: sus viajes y las obras que presenció como espectador.
El punto de partida en este 'Mefistofele', una confrontación más social que teológica, puede tener interés para el público del siglo XXI.El Bien o el Mal en realidad corresponderían a la Conformidad o Disconformidad con el Orden Social, un poco siguiendo la estela de la sensacional novela de Anatole France 'La rebelión de los ángeles', matizada con lecturas de Foucault y Bourdieu.
El prólogo y los actos no terminan donde Verdi puso la última nota, sino donde Bieito pone el oscuro.Y es que no se trata de una representación operística (‘Qué vulgaridad’) sino de una obra de arte total, ‘teatralomusicalovideística’, en la que el vídeo está omnipresente.
Es indudable que el concierto ha sido placentero para mucha gente, de forma que lo que a mí me ha resultado vacuo o cargante, a buena parte del público le ha parecido simpático.Tal vez lo que yo considero «rigor» a ellos les puede parecer «envaramiento».
Otelo estrangula a Emilia, Desdémona mira impotente.Los personajes informáticos permanecen en un estado de superposición, entre la vida y la muerte.El tema del asesinato de una mujer se convierte así en un opresivo bucle sin fin, en el que Otelo se apunta repetidamente al cuello con una pistola.
Montar 'Nerone' es empresa ardua.Desde el punto de vista musical requiere una orquesta y un coro refinados y potentes, numerosos coprimarios y cinco cantantes principales de primerísimo nivel que acepten estudiarse una obra que quizá no vuelvan nunca a interpretar
'Simon Boccanegra' es endiabladamente difícil.Y es extraña: además del conflicto público-privado hay ‘sólo’ tres grandes arias, dos ‘relatos’ o monólogos breves para la copia en negativo del protagonista, también barítono (claro embrión del futuro Jago), y una dificultad constante en la partitura por los cambios de ritmo y dinámica que presenta.