«Twice upon...» es sin duda una de las obras más insólitas del catálogo de Luciano Berio.La composición, de 25 minutos de duración, fue creada en 1993/94 por sugerencia del educador musical inglés Richard McNicol.
Richard Taruskin nos ha enseñado que gran parte de la escritura musicológica del siglo XIX se basaba en la creencia de que la historia de la música progresa de acuerdo con una lógica o teleología subyacente.
Sin proponerse destronar a su mentor, Alfred Brendel, Piemontesi se impone por el contrario por su sencillez y por una voluntad evidente de ir a la esencia del pensamiento del compositor, lo que hace que su arte en la ofrenda de estas Sonatas sea indispensable y bienvenido.
Dame Imogen Cooper interpretó el Beethoven más salvaje, más imprevisible que haya escuchado en un concierto;se sintió sobre todo feroz de cerca, a menudo improvisado, al menos en las primeras variaciones y, por supuesto, en las bellezas bachianas del Largo en do menor de la Variación XXXI.
Anne Queffélec, para quien la música dice más sobre la existencia humana que cualquier palabra, tiene una forma de hacer música muy íntima y profunda cerró su recital con el Minueto en sol menor de Händel interpretado de manera tan delicada, tan amorosa y sensual que era ella misma vertiéndose hondamente en su interior de forma meditativa y reflexiva para expresarnos sus sentimientos más allá de lo inefable.
"El hecho de que pueda darles las gracias se debe a la casualidad de que todavía estoy disponible por aquí", dice Brendel riendo y tras subir al escenario apoyado en un bastón al concluir el segundo de los recitales este martes en la Sala Robert Schumann, de Düsseldorf, y ante la hilaridad del público por la ocurrencia.
Al final, Aimard bajó del escenario para saludar personalmente a su amigo y mentor Alfred Brendel, sentado en la platea junto a su esposa.Ambos músicos se abrazaron en medio de un estallido de aplausos y ovaciones del público, hasta que el pianista decidió regalarnos dos bises, piezas muy cortas de Kurtág, los estrenos mundiales de Impromptu Johann 27 y de …csak úgy…
Beethoven puede dominar la música, a menudo lo hace, y sin embargo sabe exactamente dónde puede no hacerlo.Schubert se entrega a menudo a la música, se abandona a ella, es más profundo en ella de una manera difícil de determinar.
El pianista kazajo Alim Beisembayev ha obtenido el primer premio en el Leeds International Piano Competition 2021.Los otros cuatro premiados fueron -por este orden- Kaito Kobayashi, Ariel Lanyi, Dmytro Choni y Thomas Kelly.