La parte musical de 'Tannhäuser' fue mejor, aunque lejos de lo que esperaba.La labor del coro, que aquí tiene parte importante, fue magnífica.La orquesta también sonó bien, pero la batuta de Runnicles (recibido y despedido como si fuera un Solti) fue de lo más soso, pesado y ni siquiera sensual o místico.
En estos tiempos de tolerancia intolerante, Grace Bumbry mostró su buen juicio en una carta dirigida a una joven colega también ‘de color’ que armó gran revuelo por no querer cantar en Verona donde en otra ópera, Aida, los cantantes habían cometido la tropelía de aceptar ser maquillados.
'Tristan und Isolde', que resulta perfectamente tonto cuando todo se grita, se convierte en una joya de psicología y de conocimiento del alma humana cuando dirección musical, dirección escénica y actores saben restituirlo.
Solo en los Estados Unidos de América y en el Reino Unido, países de una tradición racista y discriminatoria aún no enteramente superada tienen lugar estas directivas dictatoriales destinadas a censurar artistas sólo por el maquillaje de su cara.
Cuando escribí mi reseña sobre 'Aida' en Verona, lejos estaba de saber que había asistido a una función ‘histórica’ por el jaleo que se montó a posteriori.
La casa discográfica de la DDR VEB Schallplatten Berlin también distribuyó en su mercado al otro lado del Muro, con el sello Eterna, selecciones de ópera cantada en alemán.El archivo pasó luego a manos de Edel GmbH, que distribuye la música clásica bajo el sello Berlin Classics.
La nueva producción de 'Tosca' con la que se inauguró, con toda pompa y gran repercusión mediática, la temporada ha resultado ser una digna hermana menor de los grandes montajes y las musicalmente gloriosas funciones que son ya leyenda moderna del Teatro alla Scala
Royal Opera House (ROH) en el Covent Garden.Carmen, ópera en tres actos con libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy y música de George Bizet.Director de escena: Barrie Kosky.Escenografía y vestuario: Katrin Lea Tag.
Lo que hace imprescindible esta grabación es la interpretación de los coros de Bayreuth al final de la sinfonía: es increíble, estos coros son gloria bendita.Wilhelm Pitz fue el auténtico protagonista de la velada.
La puesta de Lucia di Lamermoor de Katie Mitchell estrenada en el 2016 ha sido pasteurizada para una primera reposición donde se ahorran algunas banalidades pero se dejan otras.P