Igor Levit ofrece un pianismo total.Busca sobre todo la épica, la obra de gran tamaño.El desafío, como siempre, es extremo.En sus manos, la hora y 20 minutos de duración previstos (sin pausas), parecen transcurrir en solo 30 vueltas de la aguja del cronómetro.
La soprano argentina Silvia Baleani -destacada intérprete del repertorio mozartiano, rossiniano y belcantista- falleció el pasado 18 de mayo en Milán.Casada con el director de orquesta Donato Renzetti desde 1984
Ayudado por la profundidad del canto y la seductora redondez del Steinway, Tony Yun pasa de la claridad a la generosidad de medios, de la línea límpida del discurso a los vuelos más ardientes de la fantasía con una facilidad que no es demostrativa, sino profundamente sentida.
Sokolov comenzó las Variaciones “Eroica” atacando de forma rotunda el acorde inicial y subrayando su carácter de embrión de todo lo que viene a continuación.Analizar la sutileza con la que transformó el fortissimo inicial en el pianissimo de las octavas en el que se despliega el bajo del tema podría dar pie a un seminario entero.
La obra fue terminada por el autor en 1922 aunque diversas trabas de orden administrativo eclesial demoraron su estreno hasta el 15 de febrero de 1934 en la Ópera de Roma.Antes del fallecimiento de Licinio Refice -en medio de los ensayos de una puesta precisamente de Cecilia con Renata Tebaldi en Río de Janeiro- la obra alcanzó las 100 representaciones para, luego, desaparecer del repertorio.
Los siete seleccionados para la fase de 'música de cámara' del Premio Busoni son: Francesco Granata (Italia), Do-Hyun Kim (Corea del Sur), Illia Ovcharenko (Ucrania), Jae Hong Park (Corea del Sur), Vladimir Petrov (Rusia), Lukas Sternath (Austria) y Serena Valluzzi (Italia).
¿Diferentes colores de registro?No hay problema, Huangci los conjuga de forma impresionante en el Steinway Grand.¿La rígida dinámica del órgano prusiano?Puede hacerlo mejor en el piano, donde los extremos del pianissimo y el fortissimo están cerca.
Sokolov construye los clímax con cuidado, aunque se produzcan rápidamente.Todo sigue un plan, pero no es "cerebral".Hay poco espacio para pintar el estado de ánimo.Toca un total de seis bises.Para la mayoría de los oyentes, podría haber sido más, a pesar de que el concierto duró dos horas y media.
Estoy convencido de que el gran arte de todas las épocas era actual, en el sentido de que estaba destinado no a la eternidad, sino al tiempo en que se originó, o al menos al futuro próximo, a cuya formación debía contribuir.