Marina se ha convertido en el emblema más sentimental de la música escénica decimonónica en España, y por más que pasen los años, a pesar de su argumento pueril, vacuo y repleto de ingenuidades y malentendidos amorosos, hará las delicias de todos los públicos ávidos de bello canto.
Si la elegancia y las hechuras con que reviste Lola Casariego a su Pepa o su Mari Pepa son ya de por sí una garantía de verosimilitud, su Manuela es quizá hoy por hoy su mejor y mayor composición teatral, tal es la elegancia y la distinción con que dota al personaje.
Esparza, la triunfadora indiscutible de la noche, hace gala de un equilibrado dramatismo y una más que plausible dicción vocal.Su voz fresca y su refinado gusto musical y melódico sirven a una creíble caracterización de Lina.
'Orlando Paladino' es una de las más corrosivas críticas político-sociales de la historia de la ópera cuyo único parangón podría ser 'Le Grand Macabre' de Ligeti.
Si en las dos primeras décadas del siglo XX se necesitaron a mansalva artistas de zarzuela que ante todo dominaran la comedia, la década de los años veinte pedía cosas nuevas.
La obra con el lema 'Solana' es la ganadora del primer premio;Frank J.Cogollos con 'Torre Luengo' logra el segundo ;y Juan Andrés Aguilar con 'Música Maestro', el tercero.