"Cantes antiguos del flamenco" es una exhibición de las inagotables posibilidades de la armonía funcional y tengo la impresión de que la obra representa para Sotelo un regreso a su amada Viena, la ciudad donde forjó su personalidad artística y sus perspectivas vitales.
Arranque de la temporada de abono de la Real Filharmonía de Galicia, con un programa típico de su director musical, Baldur Brönnimann: una obra nueva, otra rara, y una tercera inadecuada.Y el caso es que todo salió a pedir de boca, con la única lástima de un aforo insuficiente
La versión musical no alcanzó la intensidad sugerida por la escénica, en gran parte por la timidez de Henrik Nánási para lanzarse a las profundidades insinuadas por la puesta
La falta de Bournonville en los escenarios españoles es un déficit importante, sobre todo en comparación con las relativamente abundantes coreografías de Petipa.En comparación Bournonville puede parecer menos 'mágico', menos delicado incluso, pero no lo es.
Las abundantísimas propinas de Yuja Wang, hasta casi duplicar la duración del concierto, acercaron su recital al de una diva de ópera, que siempre se 'debe a su público'
Beczala volvió a encandilar con su referencial Riccardo de 'Un ballo in maschera' de Verdi, que fue una lección de canto verdiano.El programa finalizó con los dos fragmentos de Cavaradossi en 'Tosca' de Puccini, autor que por el centenario de la muerte es forzoso interpretar.