Peralada se ha apuntado otro tanto en su nada disimulada predilección por las voces de tenor.Poco antes de que se supiera que por las restricciones impuestas por Alemania la notable Lise Davidsen no iba a poder hacer su concierto, se producía la presentación del más que prometedor cantante francosuizo Benjamin Bernheim
Carlos Álvarez, Xabier Anduaga, Robert Carsen, Riccardo Frizza, la producción de Turandot del Liceu y el proyecto artístico y educativo Zarza del Teatro de la Zarzuela, entre los galardonados de la tercera edición de los premios nacionales de la lírica
Un nuevo Festival Rossini con la guía artística de Raúl Giménez y bajo la égira de la Ópera de Cambra de Barcelona que suele presentar algunas funciones a final de cada curso en el Teatre de Sarrià vinculado a los Amics de l’Ópera de Sarrià.
La economía de medios en juego de luces, reparto del espacio escénico y elementos escenográficos limitaron el necesario y expresivo contraste ambiental (musical y físico-simbólico) que se ofrece en las diferentes escenas.
Cada vez más se observa que varios cantantes parecen no tener idea del repertorio y, peor todavía, de las posibilidades de sus respectivas cuerdas.No sé si los maestros tienen algo que ver, pero encontrarse con un barítono que elige el aria de Fiesco del Simon Boccanegra verdiano bastaría para descalificarlo
Pelly describe dos mundos, el real, situado en una época cercana, con vestuario y objetos contemporáneos, y el onírico proyectado por Cenerentola, que vaga entre distintas tonalidades de rosas y morados por el siglo XVIII, con sus trajes, pelucas y atrezo fantástico.
Chausson dedicó el Concierto a su amigo Eugene Ysaÿe, no es una obra de consumo masivo ni tan frecuente como la Chanson perpétuel, popularizada por Shirley Verrett y Jessye Norman en la segunda mitad del siglo XX.
Absolutamente referencial recreación de Don Pasquale la que realizó Carlos Chausson la noche del estreno de la temporada 2019-2020 del Teatro de la Maestranza.Ya lo tuvimos en las mismas tablas y con el mismo rol hace más de quince años, y parece que el tiempo no hubiese pasado.
Matteo Olivieri tiene ‘ángel’, pero con Rossini eso no basta.O más bien, visto el papel, debería decir ‘duende’.Y este Dandini esbelto, desenvuelto, capaz de bailar o saltar cantando sus frases, con una articulación clarísima, merecía la pena.
«El poder» es el tema conductor del Festival de Lucerna en Verano para esta edición de 2019, que se celebrará del 16 de agosto al 15 de septiembre y que ofrece más de sesenta espectáculos en total;se trata de escuchar ejemplos de la relación entre el poder y la música.