Puro teatro musical dentro del teatro musical (bueno, más bien de un tocador) el conseguido en este 'Cállate corazón', un vodevil o juguete escénico delicioso que quiere apelar a la emoción, cuyo fin último es hacernos rememorar los tesoros musicales de nuestro teatro lírico.
'Acis y Galatea' funcionó espléndidamente gracias a un motor de gran eficiencia que fue el foso.El director Ricardo Bernardes es un sobresaliente musicólogo en su doble vertiente de filólogo e historiador, pero sobre todo es un gran músico y aún mejor director concertador.
Si la elegancia y las hechuras con que reviste Lola Casariego a su Pepa o su Mari Pepa son ya de por sí una garantía de verosimilitud, su Manuela es quizá hoy por hoy su mejor y mayor composición teatral, tal es la elegancia y la distinción con que dota al personaje.
Con 'Zarzuela en Danza' hemos tenido la oportunidad de disfrutar de doce bailarines que no solo hacen estupendamente bien su trabajo, sino que además cantan y actúan en un espectáculo ágil, fluido y bien hilvanado que empodera el aspecto bailable del teatro lírico español.
Na Restauración a música galega tinha na guitarra e nos cordofones dedilhados um espaço natural, em pé de igualdade com a gaita e outros instrumentos, neste tipo de comemorações.
Dejamos a cargo del lector la tarea de disfrutar la música de Giacomo Puccini mientras nos dedicamos a repasar dos aspectos menos conocidos de su vida: sus viajes y las obras que presenció como espectador.
Es más fácil, hoy en día, saber qué ópera fracasó en París en 1900 que saber a ciencia cierta qué tarareaban los parisinos en el mismo año.Y ello a pesar de los evidentes trasvases entre música llamada «culta» y música llamada «popular»
En la zarzuela, lo inmaterial (el presente) es sombra de lo que fue, y lastre;mientras que lo material (la época dorada) es luz, y su estudio abre posibilidades de futuro.Dirijamos nuestra mirada hacia la zarzuela con nueva información, más centrada en el brillante patrimonio material y menos en el deprimente patrimonio inmaterial.
Una Verbena para el recuerdo, como lo será siempre el extinto coliseo que la vio nacer, y que Álvaro Tato y Nuria Castejón han vuelto a erigir con magistral empeño.