Del 18 al 27 de julio se celebra en Marvão (Portugal) la undécima edición del Festival Internacional Música Marvão, que combina un atractivo programa de música de cámara con unos escenarios preciosos
No es Petrenko un director que se muestre absorto o majestuoso, o místico, sino que muchas veces salta y su mirada brilla entre complacida y por momentos divertida cuando no se fija en un punto lejano con el que se comunica con confianza, entusiasmo y alegría
Emilie Mayer ha tenido una defensora ferviente de su obra, que permanece ahora grabada a fuego en la memoria de los espectadores.Fue una experiencia inolvidable.
Reich traza con maestría las líneas rigurosas de una biografía muy atenta al citado de fuentes de primera mano como los diarios personales, matrimoniales y correspondencia de la propia Clara Schumann.
Lina Johnson interpretó una Peri que se fue adentrando poco a poco en el universo de lo inmaterial.Su registro medio no fue muy audible y sus notas agudas sonaron impecables pero sin verdadera seducción, más terrenales que etéreas.
Alice Sara Ott saca el máximo partido de estas piezas, afortunadamente sin tratar de aderezar la pegadiza naturalidad de la música con excentricidad.Los colores de las piezas están pintados con un delicado esmalte.
Krimmel es el clásico ejemplo de ‘voz para lied’ porque en una sala íntima la voz suena bien y bonita (aunque no lo sea especialmente ni muy personal), pero se advierte que con una orquesta y en recinto de dimensiones más amplias puede haber problemas para oírlo
El 'Concierto para violín' de Chaikovski fue interpretado por Julia Fischer de forma fresca, cautivadora y enérgica, con una amplia paleta de colores y fantástica técnica.La interacción con la Royal Philharmonic Orchestra, conducida con extrema precisión por Petrenko, fue también orgánica y camerística