¿Todo el ballet romántico ha desaparecido?Nooo, porque un poblado de irreductibles daneses ha resistido a la invasión de las sucesivas nuevas modas y han conservado «el estilo Bournonville».Con esta 'Sylphide' estamos ante un tesoro histórico, una serie de coreografías románticas auténticas, todas firmadas por Auguste Bournonville y amorosamente transmitidas.
La Ópera Nacional de París anuncia 20 títulos líricos y 14 espectáculos de ballet para su próxima Temporada 2023-2024;a desarrollarse en sus dos sedes del Palacio Garnier y de la Ópera de La Bastilla.
Volpi ambienta la historia en un teatro, durante los ensayos del ballet Giselle, centrándose en el encuentro de Giselle y Bathilde, quienes experimentan algo nuevo, jamás vivido antes: una familiaridad, una atracción, un contacto profundo y cálido.
El público aplaudió entusiasta, en parte tal vez por recompensar las penosas condiciones en que los intérpretes ucranianos han ensayado, todo hay que decirlo, porque eso también es meritorio.Y hubo constantemente dignidad.
Sus semblantes, aunque blancos como la nieve, son juvenilmente hermosos, ríen tan inquietantemente alegres, tan inquietantemente amables, asienten tan misteriosamente lujuriosos, tan prometedores, estas bacantes muertas son irresistibles.
“Tanzhommage an Queen“ es una coreografía simpática que no solo se acerca al fenómeno de “Queen“ y a su carismático vocalista principal Freddie Mercury de una manera muy sensible, sino que también le erige un monumento en la música y la empatía de la danza.
Katja Khaniukova aportó su caracterización introspectiva, delicada, hasta frágil y sumamente sincera del personaje en una exhibición en absoluto ostentosa en sus apariciones a solo, brindando instantes de gran ensoñación y magia escénica junto al italiano Alessandro Riga.
La Ópera Nacional de París anuncia 22 títulos líricos y 12 espectáculos de ballet para su próxima Temporada 2021-2022, a desarrollarse en sus dos sedes del Palacio Garnier y de la Ópera de La Bastilla.
En esta versión Giselle no cierra en puntas, pues el remate final de Adam se suprime para terminar con los acordes en pianissimo, antes de que por primera y única vez la voz grabada de Ángela Cremonte recite un último Bécquer, lo que anula en gran medida la magia evanescente que la hermosa música ha conseguido tras la despedida de Giselle de su amado.