Anthony Pilavachi devuelve a la obra su forma original, mezcla de ópera y ópera cómica, con diálogos hablados y melodrama o pasajes recitados sobre un fondo musical y gran impacto visual.
La batuta de Gimeno hizo volar los grandes arcos melódicos de Chaikovski, que se basan en muchos casos en unos sencillos recursos que le dan mucho juego
Marina se ha convertido en el emblema más sentimental de la música escénica decimonónica en España, y por más que pasen los años, a pesar de su argumento pueril, vacuo y repleto de ingenuidades y malentendidos amorosos, hará las delicias de todos los públicos ávidos de bello canto.
A veces la simplicidad no hace sino realzar defectos, en este caso, un relato malogrado por cortes y cambios que nublan la posibilidad de un desarrollo dramático coherente.
Obras hermosas, solistas de órdago, orquesta y coro de muchos kilates, dirección que cumple su cometido: ¿Qué más se puede pedir?… Que programen más a menudo estas obras.
Las interpretaciones de Klaus Sonnleitner al “órgano Bruckner” de la Abadía de San Florián son conmovedoras.También se ponen de manifiesto una vez más sus reconocidas cualidades de improvisador.
'Acis y Galatea' funcionó espléndidamente gracias a un motor de gran eficiencia que fue el foso.El director Ricardo Bernardes es un sobresaliente musicólogo en su doble vertiente de filólogo e historiador, pero sobre todo es un gran músico y aún mejor director concertador.