La Filarmónica de Londres y Edward Gardner saben cómo luchar contra la defectuosa acústica del Royal Festival Hall londinense para lograr resultados capaces de hacernos olvidar en qué sala estábamos
Donizetti hace que el personaje resulte muy moderno, y Puértolas ahonda en ese punto reivindicativo, que tiene que ver con la rabia hacia la injusticia y hacia la indefensión.No escondió ni un gramo de voz en toda la representación, y la cabaletta final fue una auténtica brutalidad.
Aurora tiene de argentina la trama, el público a la que va dirigida y el autor de la música.No hay en la música elementos nacionalistas, salvo en algún fragmento, pero es un muy buen producto verista y post-verdiano.
Quizá se le puede pedir a Beczala un poco más de variedad expresiva en el fraseo, pero su canto legato, su squillo y su brillantez en la zona superior bastan por sí solas para arrebatar al público.
El aspecto musical es el que sale fortalecido en un capricho escénico que obvia y prescinde voluntariamente del preciosismo de una música de exaltado lirismo, que no ve su correspondencia sobre el escenario
Perles cosechó un éxito innegable en una producción en la que ni el director de escena, Maestrini, que le hizo cantar tumbada en varias ocasiones, ni el director musical, Montané, que desplegó una implacable tormenta decibélica a lo largo de la función sin piedad para los cantantes, se lo pusieron fácil
Haber contado con Olivieri para Silvio ha sido un lujo que ha permitido comprobar que el barítono sigue creciendo, con más matices que en ocasiones anteriores, fraseo persuasivo, medios intactos y si cabe más atractivos, técnica segura y notable sentido dramático
Gris final de temporada para la Ópera de Oviedo con un 'Lohengrin' que debería haber sido un acontecimiento, como suele ocurrir con Wagner, y no lo fue.En los niveles visual y vocal hubo demasiados altibajos como para poder disfrutar plenamente de esta maravillosa música, aunque la labor entregada de algunos cantantes y conjuntos hizo que se siguiera con interés.
Al afrontar un nuevo texto, Hengelbrock se libera de convenciones y tradiciones que han ido oscureciendo la sonoridad de 'Cavalleria rusticana', convirtiéndola en una ópera más cercana a las tradiciones del melodrama y de la opereta, tanto en el fraseo como en las texturas, mucho más juvenil y más cercana a la música popular