Una dirección de Mehta, a sus 88 años, más que notable aunque algo lenta en los momentos más pausados o líricos, con pulso firme y teatral, y destacando todas las complejidades y bellezas de la partitura
La recepción contemporánea de la música suele tomar como medio el acontecimiento acústico performativo pero Bruckner, en la época de su aprendizaje musical, no accedió tanto a la música más nueva a través de la audición, sino sobre todo por medio de la lectura de las partituras.
Seis bailarines acompañan y secundan en el escenario a los protagonistas.Movimientos que no empañan de ningún modo la labor de los cantantes y que es invocado según las exigencias dramatúrgicas como complemento de una trama ciertamente estática.
El scriptorium de Reichenau fue uno de los más refinados productores de libros de la Alta Edad Media.Los monjes escribas de la abadía crearon algunos de los más valiosos manuscritos del mundo.Se trata de códices cuya perfección y belleza siguen fascinando a expertos y legos en la materia hoy en día.
No se le puede negar al texto añadido las buenas intenciones, porque todos estamos en contra de la guerra, especialmente cuando hoy se escuchan tantos peligrosísmos rumores de sables.Pero no así, no con textos blandos metidos con calzador y amplificación sonora.
Heinrich Walther es uno de los organistas internacionalmente más destacados;ha grabado importante repertorio de órgano, estrenado numerosas obras y realizado sus propias transcripciones para ese instrumento de obras sinfónicas y música de piano de Johann Sebastian Bach, entre otros compositores.
Heinrich Walther gehört zu den international herausragenden Organisten;er hat wichtiges Orgelrepertoire eingespielt, zahlreiche Werke uraufgeführt und viele Orchesterwerke für Orgel arrangiert.
El nuevo número de Cuadernos de música iberoamericana ofrece un dossier sobre "La grabación en el contexto iberoamericano: discursos, prácticas y repertorios" coordinado por Sonia Gonzalo Delgado y Eva Moreda Rodríguez.
Como no se puede dejar a este creador en el vacío, los intérpretes tienen que decidir si quieren anclar a Bruckner estéticamente retrógrado en la tradición romántica o si quieren hacer de él un visionario, un pionero del modernismo.