La puesta se plantea como en “cinemascope”, ocupando de izquierda a derecha una franja del escenario, una calle.Extendida de lado a lado, y con zonas divididas que desde el aforo se aprecian como en corte, la acción llega a presentar varios acontecimientos simultáneos que, con el ojo más que vivo, se pueden apreciar.
Como en la célebre canción de Simon & Garfunkel, las aguas turbulentas en el seno de la Nacional parecen haber sido amansadas al menos temporalmente con este concierto donde se dieron la mano Maurice Ravel con el ballet 'Ma mère l’Oye', y Manuel de Falla con la versión de concierto de su ópera 'La vida breve'.
Pinamonti es un gran especialista en la obra de Manuel de Falla.Profesor de la Universidad de Venecia, ha sido director entre otros del Teatro de la Zarzuela, del Teatro San Carlos de Lisboa, y del Teatro San Carlo de Nápoles, y tiene una larga vinculación con la vida cultural española y granadina.
Junto al Concerto per clavicembalo (o pianoforte), flauto, oboe, clarinetto, violino e violoncello, grabado en dos versiones: con clave y con piano, completan el CD dos obras de Joaquín Nin-Culmell y Carlos Suriñach.
Ante la compleja situación política interna brasileña será difícil para Lula da Silva reducir el fuerte rechazo a su persona en su propio país, así como satisfacer las elevadas expectativas internacionales de una gobernanza ordenada
El espectáculo transpira obsesión, sufrimiento interior del protagonista que llega hasta el desgarramiento y la extenuación, desde los dementes acompañantes del a su vez enloquecido Félix, que abren y cierran la estructura de la propuesta, con ese ambiente oscuro y tenebroso que evoca la risa callada y malévola que podrían emitir los endemoniados personajes de las pinturas negras de Goya, hasta los enérgicos taconeos y poses dancísticas del bailaor, que se manifiestan cual rebelión frente a la autoridad del maestro de baile en los ensayos del ballet español.
Josep Pons y Patricia Petibon han colaborado estrechamente en ocasiones anteriores, y solo así se entiende la presencia en el escenario de la sala sinfónica de la soprano francesa, dado su calamitoso estado vocal.
Tras dos ocasiones en las que Las bodas de Fígaro se propusieron al público del Maestranza con la producción del equipo Castro-Frigerio-Squarciapino, en esta, la dirección del teatro ha optado por una alternativa igualmente cuidada, procedente del madrileño Teatro Real.
El álbum, publicado por IBS Classica, recoge algunos de los principales trabajos para piano del compositor estadounidense que el próximo mes de enero cumplirá 86 años.