Es sorprendente que una cantante que ha alcanzado tanta fama sea incapaz de advertir qué papeles puede interpretar satisfactoriamente y cuáles no, pero desde luego no es la única que elige mal su repertorio.
Roman Hovenbitzer le hace ahora merecida justicia a Giuseppe Verdi y lo incorpora ya anciano al reparto de su puesta de Rey por un día, personificándolo con el destacado barítono y actor Urban Malmberg.
Giulietta es una mujer frágil en la que el fuego de la pasión arde en lo más profundo de su corazón.Así es exactamente como Adela Zaharia canta su exigente papel: nunca exteriorizada, nunca preocupada por el efecto virtuoso, sino con un sonido vocal resplandeciente que brilla desde dentro y una técnica estupenda.
En esta 'Beatrice di Tenda' los únicos personajes con ‘carne’ son la protagonista y sobre todo su segundo esposo y verdugo, el papel más extenso y notable de Bellini para un barítono.El presunto amante y la vengativa dama de corte son apenas esbozos.
La Ópera de París ha querido resucitar esta 'Beatrice di Tenda' llamando a uno de los directores de escena más justamente renombrados, Peter Sellars.Sin embargo, en esta ocasión el trabajo de Sellars ha sido unánimemente criticado.
Radvanovsky, cuyas poses en el escenario demuestran auténtico orgullo y dignidad regias, suscribe que a día de hoy es la reina indiscutible de “trilogía Tudor” de Donizetti.
Nunca es Muti más italiano y más 'maestro' que en Rávena, y con su orquesta, la por él creada Orquesta Juvenil Luigi Cherubini, que en el 2024 celebrará sus veinte años de vida
Elena Sancho Pereg fue una Adina irreprochable.Un canto bello y brillante, dulce y ligero, como alado.Agudos limpios y seguros, excelente emisión y sólido y elegante desempeño escénico.Muy brava.
Una dirección de actores dinámica en la que la iluminación fue una protagonista más nos llevó a un impactante final, muy alejado de las indicaciones del libreto, pero sin duda efectivo.