Alcanza la cifra de 5.292 abonados en ciclos en el Auditorio Nacional de Música como Jazz en el Auditorio, Andalucía Flamenca, Liceo de Cámara XXI, Universo Barroco Cámara y Bach Vermut.
El segundo problema de este concepto escénico es su discrepancia respecto a la partitura.Debussy no es jamás un compositor “de interiores”.Su música tiene siempre el paisaje, la naturaleza, el aire libre como referencia, como punto de anclaje.
Esta sexta entrega se dedica en exclusiva a la 'Messe Nr.3 in f-Moll' (WAB 28) en su doble versión.Tras su composición, Bruckner se traslada a Viena, y a partir de 1883 hará un amplia revisión de esta 'Misa nº 3'.
Thielemann es sin duda el mejor director wagneriano de los últimos veinticinco años.Lo afirmo y lo sostengo.Como escribiera el mismo Wagner, Thielemann narra “las desgracias y muerte...la miseria de Wotan...
Catherine Foster (Isolde) fue la gran protagonista de la noche.Casi siempre en escena, no acusó el esfuerzo vocal de su rol y mantuvo un nivel altísimo.En cada acto -cambió incluso de traje- se comportó de un modo distinto y fue evolucionando desde el capricho inicial por un Tristán que aparentemente la desdeña hasta el emocionalmente agotador acto final
El espectáculo presentado por Ollé, una revisión de la puesta en escena original en Dresde, tuvo el inconveniente de ser fuente de constantes ruidos por el frecuente cambio de plataformas giratorias.Si hubo un error conceptual fue el de convertir un texto y música que no son realistas en un relato continuo en el que se aprovecharon los interludios para ‘rellenar huecos’ que no hacían falta
Segundo 'Freischütz' de Janowski veinticuatro años después, grabado en la HR-Sendesaal de Frankfurt am Main.SACD de excelente sonido, al que ya nos tiene acostumbrados Pentatone.Marek Janowski no defrauda: tiempos vivos, orquesta incisiva y transparencia orquestal, que permite identificar los instrumentos.
Stone se ha arriesgado con uno de los títulos más “sagrados” de la historia del género y la pirueta se le ha ido de las manos.Lo que nos ha narrado en escena, con una factura técnica absolutamente impecable, eso sí, no es Tristán e Isolda, ni siquiera una interpretación radicalmente distinta, sino una historia diferente.
Más allá de polémicas inútiles (¿realmente ha perdido Villazón el agudo de tenor?), merece la pena detenerse en el registro y ver qué ofrece.Comenzando por la dirección de Nézet-Séguin, de las más logradas de la serie, si no la más.