El perfume de 'Adriana Lecouvreur' es muy parecido al de las violetas envenenadas que acaban con su protagonista, y su atmósfera se resiente fatalmente si se alteran época, vestidos y características generales de personajes y lugares
De la escena de Leo Nucci se podría decir lo mismo ahora que hace diez, o cincuenta años: heredera directa del Zefirelli de La Scala en los años sesenta, completamente anclada en un pasado de muebles desvencijados, velas consumidas, áticos de París y nieve cayendo en el acto tercero.
El antiguo titular de la Orquesta Sinfónica de Boston sufrió una insuficiencia cardíaca.La Ópera Estatal de Viena iza la bandera negra en señal de luto.
Sugestiva me pareció la atmosfera teatral del Teatro Comunale Pavarotti-Freni que parece haber evitado renovaciones intrusivas para mantener su encanto original.La tradicionalidad de los decorados pareció extenderse a la de la sala para así crear un todo casi mágico de integración entre la ficción escénica y la de un público ferviente entronizado en el decorado también de fábula de la sala de butacas.
Stanislas de Barbeyrac fue un magnífico don José.Barbeyrac, que empezó su carrera abordando el repertorio barroco y clásico, de un tiempo a estar parte viene trabajando para abordar roles bastante más pesados, de tenor dramático.
Tal vez haya escuchado alguna voz más bella por timbre en la parte, pero ninguna con su precisión técnica, su capacidad estilística, su técnica admirable y, ni qué decir, su fraseo intenso y exquisito.
Si esta reposición de 'Le nozze di Figaro' se recordará será por la dialéctica del amo y el servidor.Dos grandes, así nomás.En mi experiencia sólo una vez vi una cosa igual (en Viena, Simon Keenlyside y Erwin Schrott).
Davidsen no sólo emitió cautivantes diminuendos en medio de agudos sólidamente colocados sino que articuló un buen italiano con una sensibilidad contagiosa por el sentido de su fraseo y su consustanciación dramática.
En estos tiempos de tolerancia intolerante, Grace Bumbry mostró su buen juicio en una carta dirigida a una joven colega también ‘de color’ que armó gran revuelo por no querer cantar en Verona donde en otra ópera, Aida, los cantantes habían cometido la tropelía de aceptar ser maquillados.