Sensacional hallazgo en el Bajo Rin.Un equipo de expertos arqueólogos ha recuperado un carruaje del siglo XIX que contenía numerosas personas vivas.Según sus declaraciones, viajaban a Reims, para participar en las celebraciones de la coronación del rey Carlos X.
¿Qué eran los hombres para mí?Novelas -solo leídas fugazmente- cantan las mujeres del coro.El papel de los hombres en el Savoy es a todas luces secundario.
Es posible imaginar los Année folles de Paris, en los que una sociedad traumatizada por la Primera Guerra Mundial (1914-1918) se lanzaba al placer para disfrutar de la vida, ignorando también deliberadamente las barreras morales.
A diversas niñas y niños les pareció un bonito gesto el que la ovejita no quisiera otro nombre para ella;a otros les encantó la música;y a otros más que la obra concluyera llevándose todos bien.Pero, lo más importante, es que todos quisieran venir nuevamente al teatro
La régie de Salon Pitzelberger no se queda en la época de Offenbach.Avanza unas décadas más allá hasta llegar a la fase psicodélica de la segunda mitad del siglo XX.El creador de esta instalación escénica es una figura también inventada aquí: el artista de performance y diseñador Jean-Charles de Cataract (Robin Grunwald).
¡Todos enmascarados!que toma el nombre de uno de los números de Una noche en Venecia, la única opereta de Johann Strauß estrenada fuera de Viena (el 3 de octubre de 1883 en el Neuen Friedrich-Wilhelmstädtischen Theater de Berlín), se pasea por el mundo de la lírica, desde Wolfgang Amadé Mozart, pasando por Gioachino Rossini, Jacques Offenbach y Richard Wagner, hasta llegar a compositores e intérpretes modernos como John Davenport, Eddie Cooley y Pete Seeger.
En circunstancias como la presente es sumamente agradable poder concurrir a un teatro y disfrutar a lo grande de inolvidables producciones musicales, prácticamente imposibles de poner en escena actualmente en toda su extensión y con todos sus requisitos.
La sala del Teatro de Krefeld estaba casi totalmente vacía, a excepción de ocho críticos de la prensa alemana y extranjera, así como algunos técnicos del propio escenario, pero afuera estaban 800 personas siguiendo la transmisión una cifra mayor que el aforo del teatro.
La flauta mágica, estrenada por el mismo Mozart en 1791 en el Theater an der Wien, es una ópera tan mágica, tan seductora y misteriosa que es posible adaptarla a innumerables nuevas situaciones.Van Rensburg la ambienta en otro planeta, tal vez no muy lejano de la Tierra.
Al igual que ocurrió con el estreno de esta feroz sátira en 1858 en la que Offenbach utilizó por primera vez la mitología griega como telón de fondo para criticar sarcásticamente al régimen de Napoleón III en el Segundo Imperio (1852 -1870) y en la que todas las figuras de la alta sociedad de entonces se veían reflejadas por su doble moral en la pieza, así también es posible reconocer en la puesta de Horstkotter a esa pléyade de la nomenclatura del Partido Socialista Unificado (SED), como eufemísticamente se denominaba al Partido Comunista de la RDA.