Sus semblantes, aunque blancos como la nieve, son juvenilmente hermosos, ríen tan inquietantemente alegres, tan inquietantemente amables, asienten tan misteriosamente lujuriosos, tan prometedores, estas bacantes muertas son irresistibles.
"Cuento con usted para hacer la revolución en el arte que el pueblo está haciendo en la política", fue el mandato que George Sand, una de las escritoras más influyentes de su tiempo, le dio a la joven música, a la sazón de 17 años en 1848.
En comparación con la importancia que Pauline Viardot-García ha tenido para la vida cultural en Francia, Alemania, Rusia y, en ocasiones, Inglaterra, sabemos muy poco sobre su propia perspectiva.Lo que creemos saber se refleja en los ojos (y oídos) de sus contemporáneos.
Pertusi lo tuvo fácil para imponer su gran clase: único en activo de aquellas representaciones parmesanas se mostró dueño del personaje con un fraseo soberbio y un color vocal y extensión adecuados.
La obra ha sido muy lóbrega toda ella, el vestuario de la protagonista no fue particularmente afortunado, y creo que con esto es suficiente.Las óperas, todas, hasta la mejor o la más endeble, no se salvan por su realización escénica sino por el nivel musical, y si es actoral, mejor
Lo que nadie esperaba a estas alturas es que fuera posible resucitar una obra que no llegó a estrenarse y fue desmembrada para utilizar la mitad de la música en otra ópera nueva.Y sin embargo, es justamente lo que ha pasado: en 1839 Donizetti compuso 'L’Ange de Nisida' para el Théâtre de la Renaissance, en cuatro actos y con unas características específicas, acordes con la legalidad vigente, que solo permitía en ese escenario las llamadas opéras de genre.
Jake Heggie: Great Scott, American Opera in Two Acts, libreto e idea original de Terrence McNally.Joyce DiDonato (Arden Scott), Ailyn Pérez (Tatyana Bakst), Frederica von Stade (Winnie Flato), Nathan Gunn (Sid Taylor), Anthony Roth Costanzo (Roane Heckle), Kevin Burdette (Eric Gold / Vittorio Bazzetti), Rodell Rosel (Anthony Candolino), Michael Mayes (Wendell Swann).
El siglo XIX constituyó, sin lugar a dudas, el momento de mayor esplendor de la ópera, erigida en el principal espectáculo de masas.Tomando una cronología que no se guíe estrictamente por las fechas, sino por ciclos sociales y políticos, podríamos asumir su papel protagónico fácilmente entre 1789 y 1918, como han hecho tantos historiadores, para hablar de su cénit.
Granados conservó cuidadosamente los materiales de sus ilustraciones musicales para la representación de 1914 de Ifigenia á Taurida.Tras su muerte, su hijo Eduardo Granados compuso y estrenó una suite para gran orquesta a partir de dichos materiales, junto a los cuales se conserva en el Fondo Granados de la Biblioteca de Catalunya, que han sido ignorados por los especialistas en el compositor.
Los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid presentan desde ayer, 3 de mayo, al Ballet Nacional de Cuba con dos coreografías, Cascanueces y Giselle.Las funciones se sucederán durante dos semanas consecutivas en la Sala Roja, hasta el 14 de mayo.