Basado en las múltiples audiciones discográficas y los múltiples conciertos en los que he escuchado la música de Bruckner, ahora que acaban las conmemoraciones del bicentenario de su nacimiento me gustaría compartir con ustedes algunos pensamientos sobre sus sinfonías relativos a mi percepción.
Alan Gilbert optó por una visión directa de la sinfonía, sin circunloquios, sin estira y afloja, enérgica.Al principio todo me pareció muy fuerte, de trazo grueso, pero así es como suena la gran sala de la Elbphilharmonie
La honorable y simpática personalidad de Bruckner le granjeó el beneplácito general, sus actividades docentes captaron el cariño de sus alumnos y su entusiasta admiración por Wagner le propició el más firme apoyo del “partido”.
Bruckner es visto como un innovador musical de gran audacia al mismo tiempo que se le experimenta como una persona caracterizada predominantemente por elementos conservadores.
Aunque el debate sobre Bruckner fue provocado por conflictos estéticos, estaba además anclado en contextos políticos, que a menudo pasan a un segundo plano cuando se discuten las líneas divisorias de la música "progresista" y "conservadora" en el discurso en lengua alemana del siglo XIX.
Hans von Bülow escribió sobre Bruckner: “Halb Genie, halb Trottel” (mitad genio, mitad idiota).Incluso el prestigioso teólogo Hans Küng desprecia la religiosidad y el misticismo de Bruckner
La Biblioteca Nacional de Austria ofrece en su regia Prunksaal (Sala de Estado) una extraordinaria exposición titulada “Anton Bruckner.Der fromme Revolutionär“ (Anton Bruckner, el revolucionario piadoso).
Wie alles begann.Bruckners Visionen (Cómo empezó todo.Las visiones de Bruckner) se titula la extraordinaria exhibición, museísticamente excepcional, que se extiende desde el 4 de mayo al 27 de octubre en el Monasterio de San Florián.
La inefable suavidad de los instrumentos en los pasajes de piano y las brillantes sonoridades fueron una maravilla;los contrastes dinámicos nítidos, los cambios de compás se realizaron con precisión y la entonación fue impecable.
Măcelaru con su musicalidad, con su cultura de sonido pulido y una soberanía técnica al más alto nivel, obtiene de la orquesta los mejores matices de Dvořák, implementando movimientos diferenciados en sonidos coloridos.