El trabajo, editado por Piles, es un estudio analítico-estético sobre esta obra del compositor valenciano para entender “a través de su música, el proceso que atraviesan los familiares de los pacientes de Alzheimer”.
El violonchelista venezolano aborda, junto con la pianista Riko Higuma, obras de Astor Piazzola, Alberto Ginastera, Heitor Villa-Lobos, Julio César Oliva, Paquito D'Rivera, Aldemaro Romero y Simón Díaz.
The Ginastera's Violin Concerto, which enjoyed a high-profile première under Leonard Bernstein in 1963, Roman Simovic and the committed support of the orchestra suggested a work that is ready for wider rediscovery
Córdoba, del 3 al 13 de Julio de 2024.Teatro Góngora, Gran Teatro de Córdoba, Teatro de la Axerquía, Mezquita de Córdoba.XLIII Festival Internacional de la Guitarra de Córdoba.
Ricardo Freire Blanco deixou gravada no final da sua vida uma amostra da sua capacidade interpretativa numa fita cassette que ainda conserva a sua família.
Las compositoras latinoamericanas de música clásica o culta debieron hacer una difícil elección entre la tradición europea y la de sus propios países cuando culminaron su formación en el Viejo Continente.
“Cuando la conciencia y el cuerpo se unen, se crea algo especial, un sonido mágico”.Estas palabras adelantaron las claves del concierto de Vidović: una expresividad deslumbrante desde la primera nota con Bach, rayando lo sobrenatural en su conexión y comunión con Scarlatti;
Cabe suponer que el Preludio de la Bachiana Brasileira nº 4 debería ejercer de introducción al concierto a semejanza de una obertura operística.Sin embargo la radical abstracción de este Preludio, una espléndida parodia de las zarabandas bachianas, poco o nada tiene que ver con el resto del programa, y la ejecución plana, fría y aburrida de Menezes sólo empeoró el problema.
El plato fuerte de la noche se reservó para el final, con el «Concierto para violín» de Barber con Joshua Bell como solista y director, quien se empleó a fondo con su violín, el famoso Stradivarius Gibson ex-Huberman fabricado en 1713, y dejó pasajes de timbre cristalino, con una técnica arrolladora y una limpieza en la ejecución difícilmente igualables.
Hans van Manen, un gran creador y siempre con nuevas ideas, es el último de la generación que hizo grande el ballet en Europa tras la Segunda Guerra Mundial: Roland Petit y Maurice Béjart estaban entre ellos, al igual que John Cranko y Birgit Cullberg.