En Pulcinella, un decorado simplón y unos trajes tipo película-hollywood-de-los-años-50-ambientada-en-París.Pero cuando le toca el turno a Ravel, la orquesta parece otra.Todo armonía, todo el empaste reencontrado, los detalles numerosos, los comentarios orquestales ingeniosos e incisivos.
Campanero opta por una interpretación muy vivaz, a veces bordeando lo agresivo, y muy libre, algo habitual ahora que la música históricamente informada (HIP) ya es una tradición muy bien asentada
En el Ateneo Rumano, la sala de conciertos más bella de Bucarest, se celebran dos series: los 'Conciertos del Athenaeum' que se celebran casi todos los días a las 17.00;y los 'Conciertos a medianoche', que afortunadamente suelen comenzar un poco más temprano.
Los grandes nombres de la dirección, la escenografía, el canto y el baile conforman un panorama en el que se combina la tradición con las nuevas propuestas.
El emotivo Evangelista de Raphael Höhn, un tenor de mimbres ligeros y elegante uso del falsete, casaba a la perfección con el reflexivo y sereno Jesús de Sebastian Myrus, que finalizó su intervención con una espléndida “Mache dich, mein Herze, rein” llena de claroscuros y sentida desde lo teatral.
Herreweghe, al igual que otros grandes maestros en la historia de la práctica de la ejecución de la Missa Solemnis, rechaza la idea de nivelar la dinámica por considerar que ello "desfigura" la obra.
La ' Sinfonía nº 2' de Brahms fue una combinación sensata con el 'Concierto para violín' de Dvořák.Herreweghe evocaba, en la presentación previa ante el público que colmaba la sala de la Filarmónica de Essen, que en aquellos años un Brahms ya famoso apadrinaba a un Dvořák poco conocido inicialmente.
Con el aporte de color del continuo, un Koopman desinhibido fue capaz de llevar a lo más alto de la hondura espiritual, entre las continuas interpolaciones bélicas, quizá una de las más ingratas piezas corales de Haendel, a lo que las voces de los tres hombres, especialmente la firmeza de tenor y barítono en sus episódicas partes a solo, contribuyeron a engrandecer.