La vieja guardia, educada sobre todo en el ideal clásico de equilibrio y elegancia, ha cedido el testigo a una generación más joven que se preocupa por las cuestiones de la práctica interpretativa histórica, compara las ediciones musicales y estudia las fuentes, y también se atreve con los límites de la expresión.
Los visitantes pueden caminar literalmente a través del conjunto.La instalación les permite explorar el sonido compuesto por Beethoven, pulsando botones para escuchar sucesiva y alternativamente el Septeto op 20 y los consecuentes arreglos que hizo para el Trío op 38, así como el sonido de cada instrumento y su resonancia total en el grupo musical.