La excusa del viaje realizado por Ravel a EEUU en 1928 -en el trasatlántico Paris- y otros viajes de compositores e intérpretes de los años 1920, le permite plantear a Anne-Sophie Bertrand un repertorio de una de sus épocas favoritas, los años de entreguerras (1918-39).
"El Caso Furtwängler", Un director de orquesta en el Tercer Reich* es el primer libro del género biográfico sobre Furtwängler que se publica en español, algo sorprendente porque en España se han publicado numerosos artículos, reseñas discográficas, programas de radio y entrevistas a personas que le conocieron.
Fue durante el exigente 'Diario de un desaparecido' de Janáček cuando el tenor Nicky Spence mostró todo su potencial como solista a nivel internacional.Su voz sonó compacta, apasionada, resistente y sin ápice de cansancio durante los casi 40 minutos que dura todo el ciclo.
En el 'Concierto para violín' de Ferruccio Busoni predominó el orden, y la labor de la solista, Francesca Dego, llegó diáfana.La discutible labor de Nil Venditti en el 'Concierto para orquesta' de Alfredo Casella no consiguió opacar del todo lo divertida que puede llegar a ser esta obra, sobre todo ese brutal scherzo mahleriano que es el último movimiento.
Rathkolb examina las impresiones de Carl Orff entre 1923 y 1933 para situarlas en el contexto del período posterior a 1933.Otros temas son el de la observación política de que fue objeto el compositor a causa de su éxito musical, así como su proceso de desnazificación con los correspondientes protocolos de los interrogatorios a los que fue sometido, incluidos los que se consideran perdidos.
Si Boulez pasó tantos años dirigiendo las grandes obras románticas de Wagner, Brahms, Mahler, y Ravel, haciendo que sonasen racionales, frías y controladas, eso fue, tal vez, su forma de retornar al centro del timón del arte que amaba –música tonal grande y descriptiva-, sin necesidad de componer una sola nota de ella, al contrario que Schoenberg, Korngold, Shostakovich, Hindemith y Britten, que tuvieron el valor suficiente para hacer precisamente eso.
Volpi y su compañía han alcanzado con su sobresaliente técnica altos niveles de calidad y virtuosismo, con un lenguaje muy dinámico, fresco y lúdico que los sitúan entre los grupos más creativos de danza moderna y neoclásica internacional.
La tesitura funciona a las mil maravillas y despierta miles de metáforas asociativas.Hay mucho movimiento, mucha audacia, mucha variedad, pluralidad de enfoques, con un entramado unificador deslumbrante en esta exhibición de virtuosismo danzístico moderno.
Aunque Berlín seguía siendo prácticamente la capital hedonista del mundo en los dorados años '20 "Noticias del día" causó un pequeño escándalo en aquel entonces, lo que pone de manifiesto el cambiante clima político que reinaba ya en ese momento.
En junio próximo el Ballett am Rhein presentará su más ambiciosa creación hasta ahora titulada 'Los cuatro nuevos temperamentos', anunció Volpi recientemente.Ésta velada incluirá la obra 'The four temperaments', de George Balanchine, con música de Paul Hindemith, así como el estreno de sendas piezas de cuatro coreógrafos de nuestros días: Michèle Anne De Mey (que abordará el temperamento flemático), Helen Blackburn (colérico), John Neumeier (melancólico) y Demis Volpi (sanguíneo), reunidos en 'The four new temperaments'.