Todos los lectores que conozco y que habitualmente tienen entre sus libros de cabecera a autores como Mircea Cartarescu, Michel Houllebecq, Don DeLillo o Joyce Carol Oates no me han mencionado ni una sola vez al escritor Arturo Pérez Reverte.
Miki llega a la conclusión de que friki come friki: vuelcan sus frustraciones contra el que es más débil, sea en otro friki, en los homosexuales (las lesbianas no;siempre que estén cañón, les gustan), en las mujeres o en las personas trans, y otros.
Cuando dialogas con su obra, Miguel Calero tiene la capacidad de aunar la ensoñación de tu infancia con la asamblea de emociones que conducen al abrazo fetal.