Una orquesta muy implicada y de virtuoso empaste —algo que asimismo se podría decir del espléndido coro— se lució a las órdenes del algo impulsivo Óliver Díaz, que se centró en maravillar desde el foso opacando en cierta medida el brillo de las voces femeninas en la escena.
Es evidente que Curro Carreres está enamorado de Entre Sevilla y Triana y ha dedicado mucho tiempo y trabajo al rescate de la obra de los archivos de la SGAE.Pero el enamoramiento no es garantía de comprensión del ser amado y el tiempo y el trabajo empleados no garantizan el buen resultado final.
Alfonso Romero entiende el personaje de Manon como icono de ansia de libertad femenina, como mujer adelantada a su tiempo, pero con ese desorden de muebles, de vestuario y de general anacronismo, el interés de la propuesta se va reduciendo a medida que va avanzando las casi tres horas de función y el espectador se va saturando visualmente con dicha monotonía conceptual.
Las compañías seleccionadas son Alberto Cortés Ruiz;El Pollo Campero, comidas para llevar;Esther Rodriguez-Barbero;Javiera de la Fuente;Natalia Fernandes y Enrique Baró.
El jurado acuerda por unanimidad otorgar el Premio Internacional Frederic Mompou 2020 a la obra 'Neon Issues' del compositor español Manuel García Hormigo.
El criterio escénico de Giancarlo del Monaco nos sitúa frente a los fantasmas y miedos de la gitana Salud, optando por un clima opresivo y traumático que bien puede ser un trasunto del subconsciente de la sufriente protagonista.
Esta conversación, completamente ficticia, nos sitúa durante un ensayo de la propia obra y nos ofrece la imagen de un apocado Falla frente a un Giménez, veterano hombre de teatro que anima al joven Don Manuel a buscar el éxito en París.
La puesta en escena y los decorados son un buen trabajo de Giancarlo del Monaco, aunque se vio empañado por un par de licencias innecesarias e inoportunas.Se pierde así el pathos y el embrujo de la muerte por amor a la que está destinada la gitanilla, que vive con intensidad una vida breve pero ancha de emociones a flor de piel.
Andrés Gaos ingresó en la Escuela Nacional de Música y Declamación de Madrid donde, entre el otoño de 1885 y la primavera de 1889, realizó la carrera de violín con Jesús de Monasterio, con media de sobresaliente.