Iluminación y movimiento escenario, al igual que la dirección de actores alcanzan en esta puesta en escena, un nivel superlativo.No ha habido ni un único motivo musical de la partitura de Wagner que haya pasado inadvertido a Laurent Pelly.
Vista la lluvia de estrellas, esta versión de 'Don Carlo' se esperaba con gran interés (todas las entradas están agotadas para todas las funciones).Aparte de la decepción escénica, y sin desdeñar en absoluto los excelentes resultados, la perfección estuvo cerca, pero en pocos momentos se alcanzó plenamente.
Paco Azorín entiende 'Medea' desde la perspectiva de los dos hijos de la hechicera y semidiosa de la Antigüedad griega, y hace fluir toda su oscura visión escénica desde esa óptica infantil
El Teatro alla Scala se une a la iniciativa del Ministerio de Cultura de Italia para salvar la 'Salvar la Villa Verdi en Sant’Agata' con un ensayo abierto al público de 'Macbeth' de Verdi.
'Aida' es fastuosidad y colorismo, es cultura egipcia, exotismo y orientalismo a raudales, es fanatismo religioso, pero también es intimismo a orillas del Nilo.Por eso se beneficia de las virtudes escenográficas de esta gran superproducción de Hugo de Ana -la espectacularidad y monumentalidad de las escenas de masas- y sus defectos -una sobreabundancia de proyecciones dinámicas de arqueología egipcia y anatomía masculina, o el empleo obsesivo de cintas como material coreográfico
No le bastó a Verdi (y otros) con sufrir en vida censura en sus libretos y tener que tragar.Después tuvimos la plaga de los directores de escena que modifican las palabras para que sus originalidades no resulten tan burdas.
Esta producción tiene, además y certeramente, mucho que ver con la guerra, los imperios, las colonias...Y será por esto y porque hay intérpretes que recogen el guante y teatros que ‘saben’ que de este título una gran casa lírica no puede prescindir, que he visto con esta otras siete ediciones de 'Les Troyens', se me han escapado –deliberadamente- dos, pienso ver la próxima en París, y si no me sucede nada muy pronto espero que no sea esa la última vez
Staatsoper.Faust (Paris, Opéra, 19 de marzo de 1859), libreto de Barbier y Carré, música de Ch.Gounod.Puesta en escena: Nicolas Joel, asistido por Stéphane Roche.Escenografía: Andreas Reinhardt y Kristina Siegel.
Antonín Dvořák: Stabat Mater.Eri Nakamura (soprano), Elisabeth Kulman (mezzo-soprano), Michael Spyres (tenor), Jongmin Park (bass);Prague Philharmonic Choir.Czech Philharmonic.Jiří Bělohlávek, director.