El aspecto musical es el que sale fortalecido en un capricho escénico que obvia y prescinde voluntariamente del preciosismo de una música de exaltado lirismo, que no ve su correspondencia sobre el escenario
La carrera de Tomás Marco como compositor teatral parece colmar de satisfacción al autor.Pero en realidad es una larga sucesión de fracasos hasta llegar a esta vergonzosa derrota final
Iluminación y movimiento escenario, al igual que la dirección de actores alcanzan en esta puesta en escena, un nivel superlativo.No ha habido ni un único motivo musical de la partitura de Wagner que haya pasado inadvertido a Laurent Pelly.
El trabajo de Pountney ha sido extraordinario y se ha ‘limitado’ a exponer con claridad el libreto y a trabajar notablemente con los cantantes/actores.Destacan la dignidad, los diversos ‘no’, la impotencia de los guardianes que no entienden por qué todos los detestan, las mezquindades, los castigos inútiles, los intentos de comprar fidelidades.
Radvanovsky, cuyas poses en el escenario demuestran auténtico orgullo y dignidad regias, suscribe que a día de hoy es la reina indiscutible de “trilogía Tudor” de Donizetti.
Tézier pertenece por derecho propio a los grandes intérpretes del rol de Rigoletto, y por lo mismo tiene derecho a la consideración de gran cantante.Canta lo que Verdi escribió y, dentro de lo escrito, encuentra acentos, palabras, frases que destacar sin quebrar ni un momento la línea de canto, sin respirar cuando no debe para provocar luego impacto con una explosión.
Aunque el libreto es bastante débil y desperdicia oportunidades de caracterización o profundización de personajes, la música es una maravilla del principio de la obertura hasta la escena final.El público comprendió la importancia del estreno de esta ópera y aplaudió con evidente satisfacción.
Paco Azorín entiende 'Medea' desde la perspectiva de los dos hijos de la hechicera y semidiosa de la Antigüedad griega, y hace fluir toda su oscura visión escénica desde esa óptica infantil
Al finalizar la presente temporada Andrés Máspero ha dejado su puesto como director del coro titular del Teatro Real de Madrid, el coro Intermezzo, que será ocupado por José Luis Basso
La actitud de Manuel Capdevila es la de mirar hacia adelante, de trabajar para un futuro mejor y dedicarse a su pasión que es la música y lo hace con coraje y una gran capacidad de trabajo.Sus archivos, su agenda y su empatía son extraordinarios.