"Hay cierta ironía en el hecho de que la posteridad haya celebrado puntualmente todos los aniversarios de un hombre que no sabía a ciencia cierta su fecha de nacimiento" (Laura Tunbridge), ¡pero este libro proporciona infinitas razones para ser de los primeros en celebrar su 251 aniversario!
Más allá de las tan analizadas y discutidas cuestiones metronómicas en las sinfonías de Beethoven, estamos ante unas lecturas mayoritariamente rápidas, aunque desarrollando esta celeridad de un modo ya distinto que el que Jordi Savall había expuesto en su Tercera sinfonía del año 1994.
Independientemente del clima: setecientas figuras de Beethoven del tamaño de un enano hechas de plástico, con las que el artista de eventos pobló la de Bonn;ahora sonríen en los escaparates y jardines de la orgullosa ciudad natal.
DG no ha tenido ni el más mínimo interés en ilustrar la etapa fundacional del Festival de Salzburgo, la época de oro de los años treinta, ni el período nazi.Esto es desinformar al consumidor.
El homenaje a Beethoven fue repetido en un concierto privado en la residencia de los Barenboim en el distrito berlinés de Dahlem, filmado por el canal de televisión Arte, ya en medio del aumento de las infecciones por la pandemia del coronavirus.
En plena era covid, la séptima Sinfonía de Bruckner no podía ser interpretada con todos sus fastuosos efectivos originales.Era menester una reducción orquestal importante por la imposibilidad de reunir en el escenario a más de medio centenar de profesores.
Esta edición conmemorativa tiene tanto un interés arqueológico como un gran interés musical.Las grabaciones se dividen en dos periodos, antes y después del infarto que sufrió Bruno Walter a principios de 1957.
El tiempo es en realidad una invención humana sobre la Tierra, Dios no conoce ningún tiempo.La pandemia de coronavirus me hizo comprender claramente que nuestra vida solo puede ser valiosamente vivida si lo hacemos aquí y ahora.
El 19 de agosto ha comenzado la Schubertíada de Vilabertran, un festival que para mí sólo tiene un problema, se celebra exactamente al otro lado de España y nunca consigo asistir, este verano en buena medida por mi pesimismo después de haber tenido que cancelar varios viajes por culpa del 'bicho maldito', como diría una buena cupletista.
La mezzosoprano española Marina Pardo, acompañada por el pianista Kennedy Moretti, ofrecerá un recital en la Sala Argenta del Palacio de Festivales de Santander el próximo martes 18 de agosto a las 20:30 h.