Kosky utiliza un doble truco: el más llano es el del "teatro en el teatro";el más artero es el de que todos saben, pero solo interpretan personajes que no saben nada.Así se adentran en un experimento amoroso que al principio es solo escenificado, pero que después se torna mucho más real de lo deseado.
La parte escénica es una estupidez.No están mal los telones plásticos de colores, que en sí mismos son bonitos, ni las proyecciones de rectángulos coloridos entre los que predomina -vaya uno a saber por qué- la bandera italiana.
Esta versión de El país de las sonrisas nos adentra en su historial paralelo durante la nefasta época genocida nazi y es un campanazo de atención en momentos en que vuelven a cobrar alas en Europa ultraderechistas, ultranacionalistas, racistas, antisemitas y homófobos nazis, fascistas y falangistas.
Este es un peregrinaje definido como parte de 'une année Européenne' bajo la advocación de un espíritu europeísta y declaradamente anti-Brexit.Porque no es posible creer en aislamientos frente a un multinacional como Händel siempre tan alemán, en Londres o en cualquier otro lado, o un Bach alemanísimo, tan abstracto como para ponerse como un guante cualquier nacionalidad
De lo visto, oído y leído, Robespierre es casi una caricatura siniestra (y no por la excelente interpretación de Ebenstein, el momento más interesante y destacado de la primera parte), y Saint-Just su cachorrillo fiel (una parte pequeña en la que se oye una voz interesante, la del joven bajo Peter Kellner), mientras que Danton (un atronador Konieczny, de voz cada vez menos bella y visiblemente engolado, aunque intérprete intenso pero de brocha gorda) se asemeja a un librepensador desengañado
Sabemos que todos en el Indomitable aman al joven Billy y le presumimos belleza y un espíritu limpio (baby lo llaman);sabemos que Claggart quiere matarlo y presumimos que es para acabar con la atracción que siente por él;
Esta producción tiene, además y certeramente, mucho que ver con la guerra, los imperios, las colonias...Y será por esto y porque hay intérpretes que recogen el guante y teatros que ‘saben’ que de este título una gran casa lírica no puede prescindir, que he visto con esta otras siete ediciones de 'Les Troyens', se me han escapado –deliberadamente- dos, pienso ver la próxima en París, y si no me sucede nada muy pronto espero que no sea esa la última vez
Tres lustros han pasado desde la última vez que se pudo ver completa esta brillante ópera del genio de Salzburgo y, aunque menos, algunos años también desde que en el Maestranza no se agotaban las entradas antes incluso de comenzar la primera representación.
Teatro Real.Claude Debussy: Pelléas et Mélisande.Drama lírico en cinco actos basado en el drama homónimo de Maurice Maeterlinck.Director de escena, escenografía e iluminación: Robert Wilson.Figurinista: Frida Parmeggiani.