¿Qué eran los hombres para mí?Novelas -solo leídas fugazmente- cantan las mujeres del coro.El papel de los hombres en el Savoy es a todas luces secundario.
Esta versión que entrega Omar Massa con la Berliner Symphoniker, dirigida por Mark Laycock, es ¡el Everest!de las grabaciones de Tango Nuevo piazzollano
La historia encaja a la perfección en su entorno contemporáneo, también porque la estricta escenografía cromática utiliza deliberadamente elementos asiáticos artificiales.La palabra libertad en caracteres japoneses pintados en rojo (フリーダム) domina los paneles que circundan el escenario.
Es posible imaginar los Année folles de Paris, en los que una sociedad traumatizada por la Primera Guerra Mundial (1914-1918) se lanzaba al placer para disfrutar de la vida, ignorando también deliberadamente las barreras morales.
La coreografía de Robert North reúne formas neoclásicas y expresionistas del ballet del siglo XX y utiliza un material estrechamente ligado al desarrollo del bandoneón en la ciudad de los tejidos de seda.
Las compositoras latinoamericanas de música clásica o culta debieron hacer una difícil elección entre la tradición europea y la de sus propios países cuando culminaron su formación en el Viejo Continente.
Lamentablemente la régie está despiadadamente exenta de toda ironía.No aprovecha el humor negro que prodigara el propio Giuseppe Verdi, verbigracia cuando Sparafucile insiste en la respetabilidad de su profesión de asesino a sueldo.
Tomáš Netopil se compenetra con el universo exaltado, a veces caótico y desproporcionado, que transmite con profusión la Sinfonía nº 3 de Mahler.Explora cada detalle con una precisión casi quirúrgica, pero responde sin restricciones a las generosas y vibrantes exigencias de una partitura rica en giros tanto melódicos como rítmicos.
Cada vez que Freddie Mercury entraba en el escenario con su banda Queen, la experiencia era excepcional.Frank Matthus y Jochen Kilian, transportaron esta energía al teatro enmarcándola con una obra de nuevo desarrollo.
Auf Teilzeitstellen hingegen sind bereits viele Frauen im Kirchenmusikerberuf tätig, leider oft auf Stellen die keine adäquate Bezahlung vorsehen.Der Beruf ist wie viele andere Professionen in der Vergangenheit eine von Männern besetzte Domäne gewesen.