La puesta en escena de McVicar fue bien recibida.Aunque no ‘dice’ nada nuevo sobre la obra, y tal vez se ‘limite’ a exponer los acontecimientos tal como están explicados e indicados en el libreto, tiene aciertos evidentes en la construcción de los personajes y la interacción entre los mismos
Ailyn Pérez me gustó: en un papel de repertorio -y tan difícil y largo- es la primera vez que me convence totalmente su interpretación musical (escénicamente siempre ha sido buena)
Por ahora esta 'Tetralogía' no parece muy interesante, pero no está mal, aunque ya se ha decretado que es la definitiva conversión de McVicar en un director sin ideas, tradicional y no sé si algo peor.
La honorable y simpática personalidad de Bruckner le granjeó el beneplácito general, sus actividades docentes captaron el cariño de sus alumnos y su entusiasta admiración por Wagner le propició el más firme apoyo del “partido”.
La Biblioteca Nacional de Austria ofrece en su regia Prunksaal (Sala de Estado) una extraordinaria exposición titulada “Anton Bruckner.Der fromme Revolutionär“ (Anton Bruckner, el revolucionario piadoso).
Uno de los conciertos más esperados por el melómano parisino, no sólo porque 'Valquiria' es siempre bienvenida, sino porque Nézet-Séguin, hace dos años, ofreció una versión antológica de 'El oro del Rin', en este mismo Teatro de los Campos Eliseos
La documentación sonora del proyecto es un aspecto importante.Las representaciones en Dresde de El oro del Rin y de La Valquiria se grabaron tanto en audio como en vídeo.También producimos cada ópera en el estudio para hacer audible cada detalle de la interpretación.
La quinta aguda de Jäger es atronadora y verdaderamente estremecedora en el grito de “Hojotoho”, pero su interpretación es mucho más que eso;representa la capacidad de resaltar la juventud de esta virgen que no solo es guerrera, sino también cariñosa y deferente, incluso reflexiva hacia su padre.
La acústica de un teatro de corte del siglo XVIII parece ideal para Wagner, la Orquesta del Sarre es de hechuras razonables, y Sébastien Rouland es consciente de que dirige no sólo a una orquesta sino también a unos solistas vocales, y de que lo primordial es que la obra nos entusiasme.