Salonen tiene en cuenta que ésta es una de las pocas obras de Messiaen en las que su profundo catolicismo no juega ningún papel;pero logra que durante casi hora y media el público –y los músicos- disfruten de un edén terrenal.
Durante siglos, la Catedral de Nôtre-Dame de Paris tuvo una muy grande actividad musical.Este artículo informa al lector sobre las actividades musicales ocurridas en aquél histórico edificio, como también paga un tributo al compositor y organista francés Léonce de Saint-Martin (1886-1954) al conmemorarse los 50 años de su fallecimiento.