Bomsori tocó con gran pasión y fuerza, irradió mucha emoción a los espectadores con su Guarneri del Gesú (1725, ex "Moller"), mientras hacía ingentes esfuerzos para superar ella misma su propia emocionalidad.
Con el balanceo rítmico de su cuerpo y el juego de sus brazos y dedos, cada indicación de Popelka y cada compás se caracterizan con exactitud, equilibrio y diafanidad, pero todo ello sin exageraciones.
Para entender por qué la Ostersonate de Fanny Mendelssohn tardó casi 200 años en ser interpretada como la sonata de Fanny, no solo hay que viajar un poco en el tiempo, sino hay que ser también un detective a lo Miss Marple.
La limpidez de la línea vocal, los contrastes emocionales tan consustanciales al universo schubertiano, están presentes en el mejor de los sentidos en esta subyugante interpretación de los Lieder con piano.
Konstantin Krimmel eligió dos universos complementarios en el campo del lied alemán como Schumann y Wolf, que integró satisfactoriamente con el acompañamiento de un pianista ya reconocido, el muy competente Ammiel Bushakevitz
Las obras de Hensel deberían estudiarse más a fondo, en busca de las creativas estrategias compositivas que les dan vida y significado, las innumerables influencias (musicales y de otro tipo) que dan forma a su lenguaje compositivo, las relaciones que guardan con la música de otros compositores contemporáneos y las aportaciones que hacen a la historia de la música del siglo XIX.
Catriona Morison empezó con el op 48 de Grieg, estableciendo ya algunas características vocales e interpretativas: si el centro y el agudo en forte es claramente de mezzo, el grave es velado, hueco y escaso, y las medias voces y notas filadas son más de soprano
La fusión de formas, estructuras y procedimientos literarios en gestos musicales es característica de las obras para piano del joven Schumann.Su música poética narra, entusiasma, divaga, triunfa retóricamente, se permite flashbacks así como prefiguraciones, recurre a exageraciones epigramáticas o a abreviaturas aforísticas y con bastante frecuencia (y es por primera vez en la historia de la música) rompe deliberadamente en fragmentos.
La Philadelphia Orchestra, en su gira por Europa, ha visto interrumpidas sus presentaciones por protestas de espectadores contra su planeado viaje a Israel para tocar en Jerusalén.Afortunadamente el programa de más de dos horas de duración concluyó sin contratiempos y la función fue cerrada con estruendosos aplausos, ovaciones y gritos de aprobación de la más que colmada platea.