Levit toca tan lentamente el Vorspiel zu Tristan und Isolde, con el misterioso acorde de Tristán, que se convierte en un esqueleto.Pareciera como que él mismo estuviera (re) componiendo la obra.
Muchas de las piezas oscilan entre la abstracción y la narración, o el ballet neoclásico y conducen a mundos oníricos u opuestos entre la euforia, el amor y la ternura, la amistad, la lucha y la proximidad a la naturaleza, así como la alegría de bailar y de vivir.
Sus semblantes, aunque blancos como la nieve, son juvenilmente hermosos, ríen tan inquietantemente alegres, tan inquietantemente amables, asienten tan misteriosamente lujuriosos, tan prometedores, estas bacantes muertas son irresistibles.
Those unfamiliar with the Busoni’s Piano Concerto were probably converted, while those who worried that they might go their lives without ever hearing the concerto in a real concert hall must have been close to ecstatic: between Sir Antonio’s vivid conducting and Mr Levit’s herculean feats of pianistic brilliance it was the kind of once-in-a-lifetime performance
Homoki yerra el tiro en su extrapolación temporal, pues la ambientación decimonónica que plantea no resulta eficaz a la hora de establecer relaciones entre italianos y austriacos.La propuesta tiende al galimatías y a la confusión, y el regista alemán se apoya en un gran muro móvil de color verde esmeralda como único elemento escenográfico durante los cuatro actos de la ópera, lo que deslocaliza las ubicaciones originales y priva a la ópera de toda su magnificencia
Después de conquistar el corazón del público alemán hace unos 15 años con veladas temáticas como La vie en rose, una declaración de amor a la chanson francesa, y la danza de homenaje a Queen, Ben Van Cauwenbergh creó Rock around Barock, una velada de ballet ideada durante su estancia en Wiesbaden en 1995, junto con la banda de rock Mallet.
Los espectadores ovacionaron y vivaron efusivamente la presentación.Maiburg, directora artística del Festival de Música del Bajo Rin, lleva muchos años propulsando una nueva armonía entre Europa y Oriente, aquello que el vate alemán Johann Wolfgang von Goethe tratara ya en su colección de poemas 'Diván de Oriente y Occidente', publicada en 1819
Alexandre Kantorow sobrevuela estos mundos pianísticos con fantástica maestría.Poderoso en Liszt, se apropia con éxito de las visiones extravagantes de Schumann, explorando con gran sutileza el nuevo mundo sonoro propuesto por Scriabin.