Nureyev no solo era un gran intérprete, sino que con su variado repertorio superó las barreras entre el arte dancístico clásico y el contemporáneo.Como coreógrafo intensificó a los clásicos a través del virtuosismo y realzó los papeles masculinos.
En "In the Middle, Somewhat Elevated" asistimos a una ampliación y aceleración de las figuras tradicionales del ballet.Al cambiar la alineación de las posiciones y el énfasis de las transiciones, los encadenamientos empiezan a inclinarse oblicuamente y reciben un impulso inesperado que los hace parecer en desacuerdo con sus orígenes
La maravillosa ilustración dancística de la célebre sinfonía de Mahler que ideó Schläpfer es una creación crucial y fatídica que refleja la fragilidad de la existencia que nos viene acompañando tan de cerca desde el estallido de la pandemia.
Schläpfer rinde un homenaje a su compañía con Cellokonzert una melancólica síntesis de la era que está a punto de terminar, evolucionando entre el amor, la muerte, la guerra y la paz.
Actuando como pivotes entre los pas de deux, tres hombres bailan sincronizadamente al son de las cristalinas tonalidades de Bach.Sin embargo, la transparencia clásica se verá irónicamente fragmentada por manifestaciones de fuerza y robustez de los bailarines.
Una especie de nube con forma de plato volador desciende del cielo sobre el escenario.La misteriosa formación está recubierta con un material blanco, esponjoso y mullido.Uno podría pensar que se trata de una nave extraterrestre.
Las bailarinas no visten tutús, sino ropa de calle y de fiesta adaptada para la danza ni calzan zapatillas de punta.Schläpfer, además, no une a Odette y Odile en una misma persona.La primera recobra su propio sitial con su séquito, en una muy acertada decisión de Schläpfer, quien subraya así la naturalidad y vulnerabilidad de sus personajes.
El coreógrafo suizo Martin Schläpfer (Altstätten, cantón de San Galo, 1959) se va despidiendo en cómodas cuotas mensuales de la compañía Ballett am Rhein (por cuarta vez desde 2013 la mejor de Alemania) que él mismo llevó a la celebridad internacional.
Esta velada del Ballett am Rhein que dirige el coreógrafo suizo Martin Schläpfer era aguardada, con entradas agotadas desde hacía meses, con gran expectación.De las tres coreografías presentadas esta tarde, la que suscitaba mayor interés y curiosidad, sin duda, era Roses of shadow, con música (inspirada en el soneto LXVII de William Shakespeare: Why should poor beauty indirectly seek/ Roses of shadow, since his rose is true?) de la rumana (de origen alemán) Adriana Hölszky, en estreno mundial.