A la hora de abordar 'La vestale' sin duda la pregunta fundamental para Lydia Steier era «¿Cómo voy a hacer de nuevo un escándalo?»

Esta adaptación de 'Louise' es la prueba misma de la falaz distinción entre 'social' y 'artístico', pues la representación alcanzó niveles de calidad que a menudo faltan en las propuestas puramente calificadas de 'artísticas'.

Benjamin Bernheim y Lisette Oropesa tienen hoy pocos rivales.En uno y otro caso la frescura de la voz, la belleza del timbre, la facilidad en los agudos y la musicalidad -además del encanto personal, no lo olvidemos- han hecho de ambos intérpretes dos estrellas

Hubo aplausos, en algún momento muchos, pero salvo en los 'irreductibles' corría un viento de desilusión

Montar 'Nerone' es empresa ardua.Desde el punto de vista musical requiere una orquesta y un coro refinados y potentes, numerosos coprimarios y cinco cantantes principales de primerísimo nivel que acepten estudiarse una obra que quizá no vuelvan nunca a interpretar

Que la Orquesta y Coro de la Scala de Milán ofrezcan un programa dedicado a Verdi no parece el colmo de la originalidad.Pero el público que llenaba el noventa por cien de la sala venía a eso: los grandes éxitos corales de Verdi interpretados por los cuerpos que con más prestigio representan la 'italianità' en todo el mundo

With Dinis Sousa conducting and all hints of contentious backstage drama far in the rear-view mirror the audience at Berlin’s Musikfest were able to devote their full attention to a majestic performance of a work that still enjoys nowhere near the stature it deserves

Asistimos a la caída de Troya, a los amores sublimes de Dido y Eneas, a la muerte trágica de aquella y al odio implacable de Cartago contra Roma.Asistimos a la gran ceremonia mística y grandiosa que es 'Les troyens' cuando está bien hecha.

Creo que los melómanos nunca agradeceremos bastante su labor al Palazzetto Bru-Zane.Gracias a él tenemos la oportunidad de escuchar obras que el repertorio parece haber enterrado definitivamente como este 'Fausto' de Louise Bertin, que llevaba sin escucharse apenas ciento noventa y dos años