Aunque Berlín seguía siendo prácticamente la capital hedonista del mundo en los dorados años '20 "Noticias del día" causó un pequeño escándalo en aquel entonces, lo que pone de manifiesto el cambiante clima político que reinaba ya en ese momento.
Para el final de la ópera Rech decide marchar por otro sendero, fuera del libreto original, algo que desde el punto de vista actual es por demás comprensible.El teniente B.F.Pinkerton no sobrevive a su infamia, para sorpresa del público (y especial regocijo de las damas presentes: “¡lo tiene merecido!“).
¿Por qué un mando a distancia, un disco o un bastón de mando no se dan por supuestos y familiares, por qué no son cosas cotidianas?La respuesta es que las cosas de la cultura pop poseen una temporalidad especial que, en un primer paso, las vincula al presente, que en principio es nuevo y desconocido.
La producción de Schmitt del Otello de Rossini es literalmente un redescubrimiento y desempolvamiento que enriquece el repertorio del universo operístico de Alemania.
¡Qué consciente debió ser Mozart, cuando puso música al libreto de "La clemenza di Tito", de lo mucho e incesantemente que se combinan las estructuras de poder con las del instinto, que literalmente matan la palabra en la boca, en el alma y en el corazón al mismo tiempo!
Beethoven dejó escrito: “ese hombrecillo de aspecto débil… nunca me lo habría esperado de él.Ahora Weber tiene que escribir más óperas, una tras otra, sin perder tiempo picoteando aquí y allá.”
Les Espaces Électroacoustiques II: un doble SACD que tenemos que recomendar sin reservas, ya por la calidad de las obras presentadas, ya por la edición de las mismas, nuevamente excepcional en cuanto a sonido, algo que podemos escuchar desde su primer disco, dedicado a la música electroacústica trasalpina, con una destacada presencia de quien fue uno de los compositores italianos más importantes del siglo XX: Luigi Nono
Cuando las mujeres se transforman en ángeles, los hombres marchan al infierno.La divinizada madona ya no puede regresar a la Tierra y los hombres que la adoran enloquecen.La forza del destino deviene en una cruenta matanza entre el cielo y el infierno.
En definitiva, los caballeros y las princesas medievales solo querían una cosa y la directora neerlandesa Jetske Mijnssen sabe de sobra cómo relatar este viejo cuento, ambientándolo en un pub irlandés en la década de 1960.
¿Es suficiente con pintar cuadros que transmitan mensajes inequívocos o el artista tiene también que comprometerse políticamente?Esta es la cuestión de conciencia que atormenta a Matías, el pintor, en la ópera homónima (Mathis, der Maler) de Paul Hindemith, muy pocas veces representada en estos tiempos.