Existe una gran diferencia entre democracia y fascismo, aunque este último se presente como moderado, incluso burgués, en el exterior.En la democracia, se supone que una sociedad produce la política adecuada a ella, mientras que en el fascismo, se supone que la política produce una sociedad adecuada a ella.
Milei ya ha dado marcha atrás en sus mensajes más radicales de campaña, descartando a asesores electorales clave en favor de un equipo económico más moderado y enviando mensajes conciliadores a China y otros gobiernos extranjeros.