En la partitura de Phryné, la sabiduría compositiva de Saint-Saëns se disfraza de aparente ligereza.Todo queda envuelto en una elegante ironía, y si la obligada influencia offenbachiana es patente en ciertos pasajes, nada queda de la acidez de las primeras operetas de Hervé y Offenbach.
La batuta de Juanjo Mena planifica el abigarrado orgánico de 'Juana de Arco en la hoguera' con atención al más mínimo detalle, tanto de los elementos serios como los más prosaicos.Su entendimiento de estas obras ha permitido experimentar, hasta el éxtasis y la sublimación final de una tragedia que concluye plácida y armónicamente en un suspiro, esa sensación de auténtica poesía sonora de unos cánticos corales que envuelven a la mundanidad más vulgar y a la más devota espiritualidad del texto de Paul Claudel.
En sus anteriores ocho ediciones festival multicultural ciudadrealeño ha reunido a excelentes grupos y solistas de muy diversos estilos: música clásica, flamenco, jazz y músicas actuales.
La autoextinción a través de visitas a baños termales que reducen la potencia o a siglos de consumo de agua de tuberías de plomo tóxicas: algunas teorías suenan como si hubieran sido conjuradas directamente de un sombrero de copa.
Roma ha sido un teatro que históricamente ha apostado por 'Ernani' y tenemos la prueba en esta producción de Hugo de Ana.Un espectáculo que deja satisfechos a muchos y descontentos a algunos, con razones de ambas partes.
Alexander Beliakov y el acordeonista Juan Matías Cuartas obtuvieron los segundos premios en las modalidades de piano y otros instrumentos respectivamente
Al pasar inmediatamente de una canción a otra, y de un compositor a otro, Goerne y Trifonov crearon una singular atmósfera de intensidad general que resultó fascinante.Después de las cuatro canciones de Berg y las 16 de Schumann el público tenía que hacer ímprobos esfuerzos para no estallar en efusivos aplausos.
Por la producción de Moshinsky desfilaron celebridades como Jon Vickers, Plácido Domingo y José Carreras (Sansón) y Shirley Verret, Olga Borodina y Agnes Baltsa (Dalilah).Esta reposición de Richard Jones enfrentó estos recuerdos oponiendo a un elenco de similar altura y una dirección musical inigualable (con perdón de Colin Davis), hasta que alguien me demuestre lo contrario.
Aunque la discusión sobre las causas del fin del Imperio Romano se remonta a una larguísima tradición la ciencia actual está aún lejos de un consenso general.Todavía existen puntos de vista bastante contrarios sobre esta cuestión, por lo que sigue siendo incierto que el enigma de la caída de Roma pueda resolverse definitivamente.