Lo que comienza como un fantástico cuento de hadas y una historia de aventuras se convierte en un juego psicológico entre gato y ratón.Lo que está sobre el tapete es real: celos, confusión emocional, miedos, ansiedades, dudas y muchas amargas acciones.
Una catástrofe mundial está poniendo en peligro este paraíso del Pacífico.La razón está clara: los gases de efecto invernadero están cocinando nuestro planeta.Y el mar está soportando el calor, literalmente.
El compositor británico Alexander Goehr falleció ayer 26 de agosto en Cambridge, en cuya Facultad de Música seguía ocupando el puesto de "Profesor emérito".Goehr fue uno de los fundadores del New Music Manchester Group junto a Harrison Birtwistle, Peter Maxwell Davies y el pianista John Ogdon.
Astor Piazzolla me enseñó que cada compositor es un mundo en sí, que hay que descubrir eso en uno mismo, y esto lleva tiempo de estudio, de buen estudio y mucha experiencia.Después puede gustar lo que uno hace o no, pero es siempre uno.
Aunque tradicionalmente se dan a conocer en junio de cada año, fue el pasado 10 de octubre cuando se anunciaron los honores concedidos por la Reina Isabel II de Inglaterra con motivo de su cumpleaños.
Es frecuente leer y escuchar dos afirmaciones lapidarias: que la ópera como género está muerta y que después de Puccini (o de Strauss) no se han compuesto más títulos dignos de ser recordados.La primera la desmentía, antes de la landa desolata que ha provocado la crisis del COVID-19, la programación tan dinámica de miles de teatros de la cultura occidental.
Según su autora Karen Heath, 'Silent Spring' "busca ilustrar el viaje que la humanidad está llevando a cabo actualmente mientras lucha contra la huida, la desinformación y diversos grados de acción e inacción”.
El organista y director británico Stephen Cleobury, director del coro del King’s College de Cambridge durante 37 años, falleció el pasado 22 de noviembre.Con él desaparece un nombre mítico de la tradición coral británica
Raymond Leppard incluye en su libro "Authenticity in Music" (1988), un breve manifiesto en el que se despacha a gusto contra los historicistas «bien informados».Según Nicholas Kenyon, «Leppard era de los que creía que necesitamos la recuperación de las cuerdas de época tan poco como necesitamos recuperar la odontología de época.»