Lo que comienza como un fantástico cuento de hadas y una historia de aventuras se convierte en un juego psicológico entre gato y ratón.Lo que está sobre el tapete es real: celos, confusión emocional, miedos, ansiedades, dudas y muchas amargas acciones.
¡Aviso a los programadores!por favor, dennos ustedes la oportunidad de escuchar estas maravillosas 'Expressions lyriques' de Massenet.Es una pura joya.Les aseguro que el público saldrá encantado.
La próxima edición se celebra del 5 al 15 de septiembre volverá a contar con dos producciones de ópera escenificadas: 'Ifigenia in Aulide' de Nicola Antonio Porpora y 'Orlando Furioso' de Antonio Vivaldi.
'Orlando Paladino' es una de las más corrosivas críticas político-sociales de la historia de la ópera cuyo único parangón podría ser 'Le Grand Macabre' de Ligeti.
Ivor Bolton se encontraba en su salsa.Una vez más se mostró como un excelente concertador y disfrutó a ojos vista (y nos hizo disfrutar) con una dirección ágil, direccional, sabia, y rebosante de pequeños y deliciosos detalles de distinción.
Las únicas que salen más que airosas son Sara Mingardo (elegancia en el canto, fraseo sin igual, voz aterciopelada: un lujo) y Cecilia Bartoli (que tiene más tablas y más sentido escénico que todos sus compañeros juntos).
Marie-Nicole Lemieux metió toda la carne en el asador y se metió al público en el bolsillo con una Alcina que fue, según los momentos y las arias, coqueta, imperiosa, cariñosa, sensual, suspicaz, ingeniosa, desesperada, brutal, terrible y hasta simpática
Dos mitos, uno griego (Medea según la tragedia de Eurípides) y otro medieval (Orlando furioso según el poema de Ariosto) presiden temáticamente la 2023-2024 del recinto madrileño.
Adrian Noble, quien durante muchos años estuvo al frente de la Royal Shakespeare, trabajó con detalle la gestualidad de todos los componentes de este complejo elenco y pretendió reproducir el Globe shakesperiano.
De la colocación de los cantantes cerca del proscenio, del tamaño reducido de la orquesta y de la cuidada concertación de Marcon se benefició el canto y el público, que reconoció una vez más con cariño y admiración la tarea de los instrumentistas y del director.