Con sus luces y sus sombras, esta representación de La bayadera no careció de interés, sobre todo para calibrar las virtudes y las debilidades del Ballet del Estado de Baviera.
Desde un punto de vista comercial, estamos ante un producto predestinado al éxito.Es capaz de satisfacer a un público muy amplio que quiere ver algo así como ballet clásico, que acepta como tal a un producto que lo es sólo superficialmente, y que no está dispuesto a romperse la cabeza con esteticismos ni contenidos simbólicos.
La apertura de una nueva temporada de ballet es siempre un acontecimiento hasta cierto punto festivo.Esta vez a ese carácter se añadió el enorme interés despertado por el comienzo de una nueva 'era' en el Ballet de Baviera.
El pasado 21 de enero falleció en Múnich la bailarina y pedagoga Konstanze Vernon, ex-primera bailarina del Ballet de la Ópera de Baviera y ex-directora del Ballet del Estado de Baviera y de la Academia de Ballet de la Escuela Superior de Música y Teatro de Múnich.
Teatro Nacional (Ópera del Estado de Baviera).La bayadera, ballet en cuatro actos con libreto de Serguei Chudekov, coreografía de Marius Petipa (revisada por Patrice Bart) y música de Ludwig Minkus.Escenografía y vestuario: Tomio Mohri.
En las últimas semanas el Ballet del Estado de Baviera ha vivido uno de los períodos más movidos desde su fundación en 1989: dimisiones, discusiones en los medios de comunicación, rumores y, finalmente, un gran éxito en el polémico Premio Benois, que ha consagrado a dos bailarines de la compañía, Lucía Lacarra y Luka Slavicky, como los 'mejores del año'.
Hay guerras y guerras.En algunas se lanzan bombas, en otras palabras.Unas se hacen por el dominio de grandes reservas petrolíferas;otras, simplemente, por unas condiciones laborales dignas.En el Ballet del Estado de Baviera ha estallado una contienda de este último tipo entre los bailarines y su director, Ivan Liska.
El empleado de la agencia de viajes consultaba guías de ferrocarriles y calculaba precios.Yo esperaba y tosía.Fuera caía una llovizna gris y helada, tan pertinaz como la bronquitis que se me aferraba al pecho.
Le Corsaíre, ballet en tres actos y un prólogo de Marius Petipa sobre música de Adolphe Adam, Cesare Pugni, Léo Delibes, Riccardo Drigo y el príncipe Peter von Oldenbourg.Producción de Piotr Gusev y Oleg Vinogradov para el Teatro Kirov de Leningrado en abril de 1989.