Andrea Sanguineti hace música con gran fruición, una precisión asombrosa, pero sobre todo con soltura y gusto.No hay gestos estándar por ninguna parte.Pero sí un maravilloso oído.
Tras nueve años de retraso respecto a la fecha de finalización de las obras de renovación del teatro de la Ópera de Colonia sigue sin haber fecha de reapertura y los costos han aumentado casi un 500%
El violonchelista venezolano aborda, junto con la pianista Riko Higuma, obras de Astor Piazzola, Alberto Ginastera, Heitor Villa-Lobos, Julio César Oliva, Paquito D'Rivera, Aldemaro Romero y Simón Díaz.
Córdoba, del 3 al 13 de Julio de 2024.Teatro Góngora, Gran Teatro de Córdoba, Teatro de la Axerquía, Mezquita de Córdoba.XLIII Festival Internacional de la Guitarra de Córdoba.
Bajo la égida de Fritz Kircher, quien toca con gran virtuosismo un Camillo Camilli de 1742, el grupo Die SchlossCapelle no se limita a los estilos históricos de interpretación anteriores al siglo XVIII, sino que abarca desde el Renacimiento hasta nuestros días, Haydn y Mozart incluidos.
Para esta ojeada alrededor del globo Daniel Hope se vale de múltiples instrumentos solistas, en realidad, este proyecto discográfico fue uno de los primeros que había acariciado Hope.Había probado colocarlo en varias compañías grabadoras, pero por lo visto no era el momento adecuado.
En la carrera de la pianista María Solinís Riobello ha desarrollado destacan su labor solidaria y la creatividad para fusionar distintos tipos de artes.Ahora presenta en el Centro Cívico de Zorroza de Bilbao su tercera edición de Emakumearen Taupadak, los latidos de la mujer.
El primer encuentro del adolescente Astor Piazzolla con la música de Bach se produjo en Nueva York allá por 1934.Un vecino suyo, de origen húngaro y profesor de música, la tocaba al piano.
Presenta una de las temporadas más extensas de su historia con 24 conciertos en sus series Arriaga y Barbieri, 4 conciertos extraordinarios y 4 nuevos recitales en la segunda edición de su ciclo km0.
Las aclamaciones y los vítores tras cada una de las piezas fueron enormes y bien merecidos por la impecable interpretación de la Orquesta de cámara de Zúrich, así como por la encantadora forma de dirigir de Daniel Hope.