El punto de partida en este 'Mefistofele', una confrontación más social que teológica, puede tener interés para el público del siglo XXI.El Bien o el Mal en realidad corresponderían a la Conformidad o Disconformidad con el Orden Social, un poco siguiendo la estela de la sensacional novela de Anatole France 'La rebelión de los ángeles', matizada con lecturas de Foucault y Bourdieu.
La voz de Olivieri pareció más poderosa y sobre todo de más espesor en el centro, y pese al texto en italiano que por momentos quiebra el sentido de las frases no hubo momento en que no expresara debidamente su dualidad privada y pública.
Sugestiva me pareció la atmosfera teatral del Teatro Comunale Pavarotti-Freni que parece haber evitado renovaciones intrusivas para mantener su encanto original.La tradicionalidad de los decorados pareció extenderse a la de la sala para así crear un todo casi mágico de integración entre la ficción escénica y la de un público ferviente entronizado en el decorado también de fábula de la sala de butacas.
El rol de la duquesa Elena se repartió entre Meade (dos funciones) y Rebeka (las restantes).La segunda tuvo protestas el primer día y flores en la función que vi yo.Meade fue una voz ideal, enorme, homogénea en calidad y volumen en todos los registros, sin la menor fisura, con una habilidad para filar, para dominar la respiración y el legato en su debut en el teatro que le valió una ovación impresionante al finalizar la función.
Para nosotros, habituados a la versión de la Scala, esta primera versión de 'Simon Boccanegra' resulta extraña, muy extraña.En mi caso, el contacto con este 'Simon' fue análogo a la de aquellos sueños en los que uno reconoce objetos, situaciones muy familiares, pero dentro de contextos impensados.
Sobre todo, y Martone debería pensarlo, Verdi era un pesimista y sabía, como Hugo, que no había (¿no hay?) victoria posible para los perdedores natos que se ilusionan con su grandeza al causar -o creer causar- la muerte de un tiranuelo.
Se estrenan cinco nuevas producciones y ocho títulos inéditos en el repertorio del teatro, con James Gaffigan, Gustavo Gimeno, Riccardo Minasi, Michele Spotti, Marc Minkowski y Maurizio Benini en el foso.
'Les Vêpres Siciliennes' allowed Mr Py to present a vast canvas of oppression and resistance.With the addition of several great vocal performances and the taut musical direction of Enrique Mazzola, the production turned Verdi’s most conspicuous attempt to adapt his style to Parisian tastes into an engaging spectacle