Sé que no debería hacerlo, algo en mi subconsciente me dice que no está bien sacarle punta a los errores, que los errores no están hechos de madera, o al menos no de la madera que deberían.Los errores, en estos tiempos de telaraña de cobertura mundial circulan libremente y sin obstáculos, copiados y pegados sin pudor, sin arrepentimiento, sin reflexión y sin miramientos.
Carlos Domínguez-Nieto, en los años que ha estado al frente de la Orquesta de Córdoba, ha venido recuperando obras líricas relacionadas con la ciudad de la Mezquita que habían sido olvidadas y que el director madrileño encontró buceando en los archivos de la SGAE.
Lo discutible de todo esto probablemente sea que, desde una perspectiva de género, a la obra de una mujer, Pauline Viardot, que indudablemente se ha de poner en valor, se la rodea e intercala con músicas de diferentes hombres.
La orquesta está a un nivel artístico tal que debe salir de la ciudad para presentarla fuera.La Mezquita es un gran monumento pero jamás se podrá mover de Córdoba.Sin embargo la orquesta sí es capaz de ello y convertirse en un embajador musical de Córdoba tanto en España como fuera del país.
Sorprendentemente, en este 2022 se ha obrado el milagro de resucitar el mélos de las zarzuelas clásicas con fidelidad a la más pura tradición del género.Y se ha hecho, con motivo de la semana del Orgullo Gay en Madrid, con el estreno en los Teatros del Canal de 'El orgullo de quererte'.
La importancia de la velada residía indudablemente en la recuperación de La chiquita piconera, la zarzuela que estrenara Ramón Villalonga en 1935 con el acertado libreto de los cordobeses Manuel Alfaro y Francisco Avilés.
La puesta en escena de El terrible Pérez, producida por la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, ha recibido el Premio Campoamor 2105 a la mejor nueva producción de ópera española o zarzuela reconociendo el trabajo de recuperación de una obra emblemática de la cartelera teatral madrileña de 1903 y una de las más desternillantes comedias escritas por los populares Carlos Arniches y Enrique García Álvarez, con música de Tomás López Torregrosa y Quinito Valverde.
La Argentina de 1905 se encontraba entre los países que más habían crecido en las últimas décadas y entre los de mayor pujanza económica del mundo.Culturalmente seguía los dictados de las tendencias europeas y en la faz musical la actividad era intensísima, con predominancia de la ópera y, dentro de ésta, de la lírica italiana.
Con demasiada frecuencia en España seguimos apreciando más aquello que consideramos propio, lo que nos individualiza, que lo que nos acerca a Europa.Ese nacionalismo avaro de la autarquía franquista, la magnificación del ‘Spain is different’, ha hecho que –todavía en la actualidad- la ‘copla española’ de los años 1940-1950 sea más conocida en España que el cuplé, una tipo de canción de cabaret similar a la de casi todos los países europeos en las primeras décadas del siglo XX.
Federico Chueca Robles, Madrid, 5-V-1846;Madrid, 20-VI-1908, es uno de los creadores líricos más destacados del siglo XIX y figura central dentro del Género Chico.Considerado por muchos como el más madrileño de todos los compositores de zarzuela, su obra se enraíza en Barbieri, quien siempre lo consideró su heredero y en un Madrid cuya alma supo captar como ningún otro autor.