Muy dotado musicalmente, Lisiecki se reveló como un artista sensible, bordador de frases amplias planificadas con equilibrio que destilaban gracilidad, siempre desde una visión moderna, alejada de lo sentimental.
Lo que falla en Netrebko es no pasar de la epidermis de la música y las letras, y creer que mezcla es lo mismo que fusión, cuando generalmente es confusión.Pero de eso no tiene la culpa (sólo ni principalmente) Anna Netrebko.
Cada vez más se observa que varios cantantes parecen no tener idea del repertorio y, peor todavía, de las posibilidades de sus respectivas cuerdas.No sé si los maestros tienen algo que ver, pero encontrarse con un barítono que elige el aria de Fiesco del Simon Boccanegra verdiano bastaría para descalificarlo
El miércoles 20 de enero se han dado a conocer los artistas y grabaciones premiadas en los International Classical Music Awards (ICMA) de este año 2021.Entre ellos se encuentran Edita Gruberova, Pablo Heras-Casado, Can Cakmur, Josu de Solaun, la Filarmónica de Berlín, y otros.
Radio Clásica es una emisora que por su historia y destinatarios debería ofrecer unos estándares de calidad muy superiores.Hay detalles que se deberían considerar 'obligatorios', como el respeto a la música y los intérpretes, o la calidad del producto ofrecido, y que cada vez se descuidan más.
Bajo la batuta de Abbado, la Berliner Philharmoniker no suena para nada a von Karajan.Ni por asomo a Furtwängler.El maestro supo darle una impronta personal, que ha tenido sus admiradores, pero también sus detractores.
DG no ha tenido ni el más mínimo interés en ilustrar la etapa fundacional del Festival de Salzburgo, la época de oro de los años treinta, ni el período nazi.Esto es desinformar al consumidor.
Pogorelich no toca las diferentes voces por igual, sino que enfatiza ciertos procesos con exagerada claridad.Con este asunto de la gradación cuyo significado no salta a la vista, estamos ante la primera disyuntiva: ¿se trata de un principio constructivo de interpretación o simplemente de manierismo?
Enorme contraste entre las obras de Mahler y Schnittke, que se ofrecieron sin pausa alguna, creando así una idea de enlace entre dos movimientos totalmente independientes que resultó extremadamente interesante.
La destreza de Loreto Aramendi consigue invisibilizar la gran dificultad de la transcripción, se me hace imposible describir la majestuosidad que se aprecia en el talento de la intérprete, la energía que desprende intimida la sala hasta el final del concierto.