La honorable y simpática personalidad de Bruckner le granjeó el beneplácito general, sus actividades docentes captaron el cariño de sus alumnos y su entusiasta admiración por Wagner le propició el más firme apoyo del “partido”.
Dessay no sólo apareció más concentrada sino con la voz en perfecto estado y un dominio soberano no sólo de técnica, lengua y estilo, sino mucho más libre gestualmente.Uno recuerda las admirables manos y las mirada de la gran Crespin, pero las de ‘la’ Dessay (en especial su juego de brazos) no le van a la zaga
El caso Davidsen es digno de estudio, pues lo suyo no es una carrera artística prometedora, sino un hecho consolidado, lo suyo no es, siguiendo la terminología aristotélica, algo en potencia, sino que es puro acto
La música es interesante, melódica, con influencias más o menos reconocibles (Puccini, Debussy, Richard Strauss, Britten, Stravinsky) más el agregado de vivaces ritmos caribeños, se adapta bien a la situación y los personajes, es de duración moderada, escasas dos horas, y parece haber interesado al público ya que el teatro presentaba una muy buena entrada, con mucho joven y mucho público ‘latino’.
'2001, una odisea en el espacio' es un ejemplo de cómo el cine, en contadas ocasiones, ha sabido incorporar las vanguardias musicales a la industria.Y qué hermosura escuchar esas texturas, esas invenciones tímbricas, esas micro-variaciones de 'Atmosphères' de Ligeti que los instrumentistas se van pasando bajo las indicaciones atentas de Slatkin
Patricia Kopatchinskaja fue muy exigente consigo misma en la lectura de las complejidades rítmicas de Say y deslumbrante en los momentos de lirismo, viviendo la música como es su costumbre y bailando a veces a su manera.
El público que conocía 'La fille de Madame Angot' sale muy decepcionado de haber visto una suerte de sucedáneo, y el que no conocía la obra sale pensando que no vale mucho, con un libreto tonto y una música simplemente agradable.