Es como juntar el agua y el aceite, dos cosas que no pegan ni con cola pero que nos quieren meter con calzador, cuyo ánimo solidario y reivindicativo en plena época del revisionismo histórico queda muy bonito de cara a la galería del esnobismo, que es en lo que se convierte esta función, con tintes de panfleto propagandista fuertemente ideologizado.
Marina se ha convertido en el emblema más sentimental de la música escénica decimonónica en España, y por más que pasen los años, a pesar de su argumento pueril, vacuo y repleto de ingenuidades y malentendidos amorosos, hará las delicias de todos los públicos ávidos de bello canto.
Una dirección de actores dinámica en la que la iluminación fue una protagonista más nos llevó a un impactante final, muy alejado de las indicaciones del libreto, pero sin duda efectivo.
Maddalena era la primera vez en la carrera de Chiara Isotton.La pena es que sólo se le hayan confiado dos funciones.Sinceramente espero que se haya acabado para ella la época de ‘cover’, de una única función (con suerte) entre las últimas, y naturalmente de pequeños papeles.
Giancarlo del Monaco volvía así, a través de la reposición de Allex Aguilera, al Maestranza, con una concepción escénica del drama de 'La vida breve' muy esencial, al que despojaba de folclorismos
La escenografía ofrecía unas efectivas proyecciones videográficas que hubieran sido suficientes para ambientar la acción de la ópera y dejar libre el modesto escenario del Teatro Colón.Pero Emilio López optó por invadir el escenario con unas ridículas mini-pirámides mayas, y unas horrendas y descomunales calaveras con lucecitas parpadeantes en las órbitas.
Vicky Peña es una Antigua de esas que hacen historia, tal es su espontaneidad y descaro en escena, quien encuentra su perfecto alter ego en el áspero y rudo Chinchorro de Pep Molina, un dúo que encumbra el buen teatro hablado, el del disparate y surrealismo que define a estos dos personajes.
Muchos podrán decir que si una obra no ha prevalecido en el repertorio es por su escaso mérito y valor artístico.No es el caso de Circe, pues lo que más llama la atención en un primer momento escuchando esta ópera es su lenguaje orquestal.