Con una ampliación de sus miembros para incluir a importantes potencias de materias primas, la agrupación BRICS podría consolidarse como la voz del Sur Global y, al mismo tiempo, reforzar su papel político mundial.
El Arrow 3, desarrollado en cooperación bilateral entre Estados Unidos e Israel, puede destruir misiles de largo alcance fuera de la atmósfera terrestre con un impacto directo.
Urge la aprobación de una hoja de ruta para un modelo económico y de vida socialmente aceptable y responsable, que respete los límites planetarios, que proteja los derechos humanos también en la cadena de suministro y que sea percibido como un éxito por su propia población.
Se suponía que China se convertiría en la locomotora de la economía mundial tras la pandemia, pero el esperado impulso de crecimiento no se ha materializado.
El enfoque en los debates climáticos sobre la cooperación internacional efectiva se ha desplazado recientemente hacia alianzas de pequeños grupos de países pioneros.La cooperación plurilateral significa que grupos más pequeños de estados acuerdan trabajar juntos, a diferencia del proceso multilateral o los acuerdos bilaterales.
Los países europeos tienen una responsabilidad especial: al fin y al cabo, lo que está en juego es su propia defensa, y ésta no puede seguir dependiendo de los Estados Unidos, tres cuartos de siglo después de la Segunda Guerra Mundial.
Una ambigüedad destructiva frena los avances en el proceso climático de la ONU y en Bonn, los pilares centrales del Acuerdo de París quedaron en entredicho.
El desafío de Prigozhin a Moscú fue una confrontación entre un psicópata que lidera una banda de criminales y asesinos y un jefe de la mafia que se sienta en el Kremlin y divide la riqueza de Rusia entre sus compinches.
Prigozhin ya se encuentra en Bielorusia según ha informado el presidente Lukashenko.Entretanto, el servicio secreto interior ruso FSB ha cerrado oficialmente la investigación sobre el levantamiento armado de ese grupo mercenario.
De este conflicto han salido varios perdedores, el régimen del presidente Vladimir Putin, que está ahora muy debilitado, y su élite política, así como el propio Prigozhin, quien pese a no ser penado por la insurrección deberá temer por su vida.